SALTILLENSE EN LAS VEGAS NARRA SU EXPERIENCIA
Los niños iniciarían esta semana en sus escuelas con la Semana de la compasión, hoy que llegaron con sus playeras ‘Be Kind’ el director los recibió con una rosa blanca, para ir a entregarlas a los heridos”. Karla Treviño, entrenadora personal.
Mamá ¿cómo le voy a explicar a mis amigos que hubo otro tiroteo?, fueron las palabras a las que una saltillense radicada en Las Vegas se enfrentó durante una mañana de contrastes en que bondad y tragedia se mezclaron en el ambiente.
Karla Treviño, reconocida entrenadora personal aseguró que la pregunta de su hija de ocho años la conmovió. “Los niños iniciarían esta semana en sus escuelas con la Semana de la compasión, hoy que llegaron con sus playeras ‘Be Kind’ el director los recibió con una rosa blanca, para ir a entregarla a los heridos… la ciudad está devastada” dijo en entrevista para VANGUARDIA.
La mejor amiga de Karla, colaboradora de Mandalay Bay, aseguró que la gente no podía salir de los casinos hacia otros por seguridad, así como hay multitudes desean salir de la ciudad, situación que se replicaría en el aeropuerto con vuelos desviados en la madrugada.
El ambiente en el gimnasio donde Karla asiste a sus clientes, fue de silencio, sumado a la interrupción de una racha de cuatro meses de calor con una mañana fría.
Previendo la situación psicológica de los menores, en el caso de Karla, el director del colegio al que asisten sus hijos de ocho y diez años, llamó para informar que no habría problema si faltaban, así como el apoyo con terapia psicológica en caso de ser necesario.
“A raíz de esto, todo va cambiar, es una ciudad vulnerable que en 500 metros de largo concentra mucha gente, antes no había nada de regulación por entrada de gente y ahora con esto… estamos de luto la mayoría de los que estamos en Las Vegas somos migrantes que encontramos un lugar para soportar a nuestra familia, venimos a trabajar” compartió la entrenadora con un tono de preocupación al compartir la situación.
En la mañana, antes de ir a la escuela fue su hija de ocho años quien le lanzó la pregunta de cómo debería explicarle a sus amigos acerca de otro tiroteo, lo que a Karla le dejó claro la conciencia que tienen los menores, sobre lo que están viviendo.
Visitar a personas heridas en el hospital fue una propuesta de actividad del mismo colegio, así como ciudadanos han acudido por su propia cuenta a donar sangre, una muestra de la solidaridad que la saltillense vive junto a su familia en Nevada.
“Debemos permanecer fuertes y unidos, en armonía para lo que viene, es un llamado para hacer conciencia sobre problemas sociales y atender con ayuda profesional”, concluyó Karla, asegurando que tanto ella como su familia se encuentran a salvo siguiendo las indicaciones de las autoridades como todos los demás, y sobre todo pidiendo oraciones a los saltillenses.