Ganar dos veces
A cuatro meses de haberse celebrado en Coahuila los comicios para la renovación de la gubernatura, dicen los que saben (aunque no siempre saben lo que dicen) que está por dictarse la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, respecto a la impugnación por el supuesto rebase en el tope de gastos de campaña, por parte del abanderado de la Coalición “Por un Coahuila Seguro”, Miguel Ángel Riquelme.
De acuerdo a una nota publicada en el rotativo Reforma, en días pasados se circuló entre las y los magistrados electorales el proyecto de sentencia relativo al referido asunto, el cual contiene una significativa reducción del monto señalado como rebase, mismo que el INE dictaminó en medio de un muy cuestionado proceso de fiscalización.
Según el mencionado proyecto, el llamado Trife desconocería tanto los gastos por concepto de pago a la empresa Facebook, como los correspondientes a los spots de televisión que le fueron doblemente contabilizados al entonces candidato Riquelme. De aprobarse la sentencia en los términos propuestos por la magistrada ponente Janine Otálora Malassis, no sólo se echaría por tierra el chabacano sueño de la muy llevada y traída anulación electoral, sino además se confirmaría de una vez por todas el triunfo que el priista lagunero obtuvo en las urnas el pasado 4 de junio.
Por su parte, contagiados por una mitomanía incurable, los miembros del llamado Frente por la Dignidad de Coahuila (en su versión reducida, porque parece que a José Ángel ya no le dieron viáticos y de Lucho poco se sabe) siguen haciendo videos destinados a trasmitirse en redes sociales, con la única finalidad de permanecer en el ánimo del respetable ante las elecciones federales del 2018. Según fuentes cercanas al mismo frente, ahora se sabe que, al otrora aspirante a repartidor de chile, Guillermo Anaya, le interesa ser otra vez Senador de la República; que el “viejo del sombrerón”, Santana Armando Guadiana, pretende seguir vigente en la escena política para favorecer a su jefe el Señor López, y que el “independiente” Guerrero se ha convertido en empleado del primero. Fingiendo aires de triunfalismo, los tres alegres compadres recetan nuevamente la misma dosis al asegurar que “ahora sí” la anulación es inminente. Tal parece que en su última visita a las instalaciones del Tribunal Electoral no se enteraron, o no quisieron enterarse, de las últimas noticias respecto al caso Coahuila. Sin embargo, entre que son peras o manzanas, Memo Anaya y su breve comparsa aprovecharán al máximo el tiempo extra que ofrecen los estertores finales del proceso electoral. Sin duda, seguirán repitiendo (con menor eco) su perorata, para después lanzarse a todo pulmón contra el Trife una vez que este organismo emita su resolución validando el proceso comicial coahuilense y, de paso, colocando a Riquelme en la antesala del Palacio Rosa, solo en espera del primer día del mes de diciembre para rendir protesta como Gobernador.
Aquí en confianza, ahora habrá que estar atentos del INE y sus barrabasadas. Recordemos que aún está pendiente de resolverse el procedimiento oficioso respecto a los supuestos gastos en que incurrieron las coaliciones, partidos y candidatos por la participación de los representantes generales y de casilla durante la jornada. Si las y los consejeros electorales olvidan por un momento sus afanes de protagonismo y aplican a cabalidad la ley, sin duda resolverán con un salomónico “ahí muere”. Si por el contrario, prefieren lavarse la cara y pasarse por el venerable Arc de Triomphe los principios de legalidad, imparcialidad, objetividad, certeza e independencia, dictaminarán en contra de los partidos (PRI y PAN se verían igualmente afectados) y el Tribunal Electoral nuevamente tendrá que entrar en acción para enderezarle la plana al desprestigiado órgano.
Reza el dicho popular “este arroz ya se coció”. En unos cuantos días el Trife emitirá la muy esperada sentencia; seguramente el Tribunal Electoral local hará lo propio respecto a la mal llamada “impugnación más documentada de la historia”. Ambos órganos jurisdiccionales ratificarán el triunfo de Miguel Riquelme, quien por la decisión de muchos y el capricho de pocos fue llamado a ganar dos veces; una en las urnas y otra en los tribunales.
Siempre fiel a sus convicciones, el que a decir de Gerardo Diego “hablaba en verso y vivía en poesía”, el gran Antonio Machado, alguna vez escribió: “La verdad es lo que es, y sigue siendo verdad, aunque se piense al revés”. Una mentira mil veces repetida, no se convierte en verdad.
@Ivo_garza www. vanguardia. com.mx/ diario/opinion
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