UN FUTURO INCIERTO
La epidemia que matará a más gente que el cáncer, si no es remediada a tiempo
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dio a conocer que continúan en aumento las evidencias de fracaso en la lucha de los expertos contra las resistencias microbianas. De hecho, por culpa de las resistencia a los antibióticos, ya mueren 700 mil personas al año en todo el mundo.
Los expertos lo ven como una amenaza grave, con grandes implicaciones para la salud humana. “Es un problema urgente”, señaló Tedros Adhanom, Presidente de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La resistencia a los antibióticos es la respuesta de los microorganismos al uso de estos medicamentos. Y sobre todo al abuso de los mismos, que ha llevado a que, por distintos mecanismos biológicos, esos fármacos pierdan su efectividad.
El problema es que ya han nacido superbacterias que aguantan incluso los más potentes antivióticos de última generación. “Las resistencias están aquí para quedarse y van a ir de mal a peor”, advierte Sally Davies, especialista del Reino Unido.
Por culpa de los microbios resistentes ya mueren 700 mil personas al año en el mundo. Pero el escenario que manejan los expertos es que, de no cambiar la situación, esa cifra llegará a millones para los próximos años.
Para hacerse una idea de la magnitud del problema, ahora mueren cada año algo más de ocho millones de personas por culpa del cáncer, lo que quiere decir que esa cifra sería fácilmente superada por los microbios resistentes a los antibióticos.
El origen del problema
El gran generador de resistencia a los antibióticos es el uso desmedido de estos medicamentos, tanto en humanos como en animales.
“Es particularmente peligroso que la gente se trate con antibióticos sin acudir a un médico. Por eso se sugiere que sea necesaria una receta (como en México), para adquirir estos medicamentos; no obstante, en muchas partes del mundo éste es un trámite complicado que privaría a millones de personas de este tratamiento, “lo cual quiere decir que hay que buscar soluciones más adecuadas para cada realidad”, apunta Tedros Adhanom de la OMS.
Las campañas informativas, tanto para médicos como para pacientes, constituyen una de las mejores herramientas para evitar el mal uso de los antibióticos.
Pero quizás el arma más valiosa para luchar contra la resistencia son las vacunas. Con ellas, no sólo se evitaría un gran número de enfermedades bacterianas, sino que haría innecesario el uso de tantos antibióticos. “Inmunizar al 100% los niños del mundo sería más efectivo que cualquier otra medida”, señaló el doctor Adhanom, de la OMS.
El entorno perfecto No solo la medicación en humanos ha jugado un importante papel en la creación de microbios resistentes. Otro de los grandes focos de resistencia es la crianza de animales.
Los animales reciben enormes cantidades de antibióticos para prevenir y curar las enfermedades que se transmiten durante la crianza, debido a la falta de higiene en los establos y piaras. Y por eso, en muchos países está permitido administrarles a los animales pequeñas dosis de antibióticos para favorecer la engorda. Pero este es el entorno perfecto para que las bacterias se hagan resistentes.
No obstante, el suministro de antibióticos a los animales es también necesario para la seguridad alimentaria de los humanos. Y su uso seguirá creciendo. De hecho, la FAO (la agencia de la ONU para la alimentación y la agricultura), calcula que el uso de anbitióticos se duplicará en los próximos 20 años.
En los países desarrollados, las cadenas de comida rápida son clave para atajar el problema. Ya que, por ejemplo en Estados Unidos, esos establecimientos son los responsables de la producción de 30% de las aves de corral que consume los residentes en ese país.
Pero el reloj corre en contra de la salud global cuando hablamos de resistencia a los medicamentos. Las medidas tienen que tomarse ya porque, como alertaba el Presidente de la OMS, hay muy pocos alterntivas para solucionar un problema que puede convertirse en la mayor epidemia de los próximos años. ¿Es posible ganar la batalla? Hace poco la Organización Mundial de la Salud dio a conocer su primera lista de ‘patógenos resistentes’ a los antibióticos. Ese listado incluye las 12 familias de bacterias más peligrosas para la salud humana.
Son conocidas ahora como superbacterias, un grupo de microorganismos que pueden resultar letales y que, según un estudio auspiciado por el gobierno británico, provocarán la muerte de diez millones de personas al año a partir de 2030 si las Ciencias Médicas no avanzan para evitarlo.
La subdirectora de la OMS para Sistemas de Salud e Innovación, Marie-paule Kieny, advirtió que la resistencia a los antibióticos va en aumento, y que estamos agotando muy de prisa las opciones terapéuticas.
“En otras palabras”, dijo la experta “si dejamos el problema a merced de las fuerzas de mercado, los antibióticos que necesitamos con mayor urgencia no estarán listos a tiempo para solucionar esta dificultad”.
Lo que dijo Fleming La profecía que lanzó Alexander Fleming en 1945 cuando recibió el Premio Nobel se ha convertido en una dolorosa realidad.
Fleming dijo: “Existe el peligro de que personas ignorantes puedan aplicarse o recomendar una dosis insuficiente de antibiótico, y, al exponer a los microbios a una cantidad no letal del medicamento, los haga resistentes”.
Pues bien, esa hipótesis ya se cumplió, dando al traste con la mejor opción que habíamos conocido hasta ahora, para luchar contra las infecciones bacterianas.