Vanguardia

‘ESTOY EMBARAZADA… Y SOLA’

- ESTIMADA ANA

ESTIMADA ANA: Tengo 20 años y apenas hace unas semana me enteré que estoy embarazada. Se lo dije a mi novio y su primera reacción fue irse. Sin decir nada se fue y varios días no me llamó ni me buscó.

Varias veces lo fui a buscar, le mandé mensajes y le marqué pero nunca lo localicé. El viernes pasado timbraron en mi casa, salí y era él. Más tranquilos pudimos platicar de la situación, pero él solo vino a decirme que me dejaba, vino a terminar conmigo.

Me dijo que no iba a interrumpi­r sus estudios y ponerse a trabajar para casarse conmigo y que sus papás le habían dicho que me apoyarían económicam­ente en el transcurso del embarazo y el parto, pero que ellos tampoco estaban de acuerdo con que nos casáramos, que somos muy jóvenes y que solo arruinaría­mos nuestras vidas.

Lloré mucho, me sentí utilizada y me arrepentí de tantas cosas que hice sin estar consciente de las consecuenc­ias. Y sé que ahora no es momento de quejarme o llorar que debo de afrontar la situación y ser fuerte. Por lo mismo, el sábado en la noche me armé de valor y hablé con mis papás yo sola.

Comencé por decirles que mi novio y yo habíamos terminado. A ellos les dio gusto porque nunca me dejaron que anduviera con él, siempre me llamaban la atención si me tardaba en llegar a la casa y a diario eran fuertes las discusione­s por lo mismo.

Pero claro, todo cambió cuando les dije que me había hecho una prueba casera de embarazo y que había salido positiva. Enfurecier­on claro está, me gritaron, obviamente me regañaron mucho, por momentos mi mamá lloró mucho, mi papá se quedaba callado por varios minutos, con la mirada fija, sin decir ni una sola palabra.

Entiendo que los decepcioné. Traicioné su confianza, la seguridad y los valores que siempre me habían inculcado. Acepto mi error y me arrepiento de todo, pero ahora me siento también desesperad­a, no quiero perder a mi hijo, pero no sé qué haría con él, apenas estoy a la mitad de la carrera y me siento totalmente incapaz de criarlo yo sola.

El domingo mis papás ya más tranquilos a la hora del desayuno, sólo ellos y yo, me dijeron que me apoyarían, que mi hijo debería de venir al mundo y que yo no dejaría la carrera, que debía terminar mis estudios y que cuidarían de mi hijo el tiempo que necesite para graduarme y después trabajar.

Me siento realmente pésimo. Yo los traicioné y ellos me brindan su apoyo, pero ahora me comienza a invadir ese sentimient­o al pensar que mi hijo crecerá sin su padre, pienso en el futuro y no sé cómo le diré que su papá no quiso hacerse responsabl­e de él y terminó nuestra relación.

Y sé que la opción del matrimonio es prácticame­nte imposible, pero si al menos hubiéramos seguido siendo novios, me sentiría mejor. Por otro lado, sé que mis papás nunca lo quisieron, no sé los motivos, pero quizá fue lo mejor que me dejara. ¿Usted qué opina de lo que me está sucediendo? Necesito el consejo de alguien más.

GUADALUPE ESTIMADA GUADALUPE:

Comentas que tus papás jamás estuvieron de acuerdo con su noviazgo, aceptas que traicionas­te su confianza y aún así de ellos sólo has recibido apoyo. Entonces, no entiendo por qué te preocupa que tu hijo no vaya a crecer al lado de su padre si perfectame­nte sabes que tus papás serán quienes se encarguen de él.

Ya cometiste muchos errores, lo estas reconocien­do, entonces no veo que esa sea una real preocupaci­ón. Por algo tus papás nunca vieron con buenos ojos ese noviazgo, con el tiempo lo entenderás, pero los padres y sobre todo las madres de familia, tenemos un sexto sentido.

Por lo que veo no se equivocaro­n, la primera reacción de tu novio fue salir huyendo de una responsabi­lidad que es de ambos. Esto es más que suficiente para que abras los ojos y te des cuenta que es un chico que no vale la pena, que probableme­nte sólo estuvo contigo hasta conseguir lo que quería sin ser lo suficiente maduro para asumir las consecuenc­ias de sus actos.

Y claro, un matrimonio de jóvenes de su edad está prácticame­nte destinado al fracaso, así es que toma las cosas con calma, de una manera positiva, convéncete que lo mejor es tener a tu familia contigo y sentir su apoyo, ellos siempre estarán para los hijos, independie­ntemente de las circunstan­cias. Espera la llegada de tu bebé de la mejor manera, recuerda que un bebé siempre es una bendición.

Y sé que es una gran responsabi­lidad la que ahora tienes, pero no eres ni la primera ni la única mujer que se enfrenta al mundo sola con su hijo. Verás que al pasar los días, tendrás la fuerza y el ánimo suficiente para enfrentart­e a cualquier problema que se presente.

ANA

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