Vanguardia

NO LO PONGAS EN EL CV

¿Estás tratando de mejorar tu curriculum vitae? Empieza por quitar esas actividade­s que no resultan atractivas para los reclutador­es.

- (De la revista Entreprene­ur)

Al escribir un curriculum

vitae, muchas personas lo arman con la filosofía de ‘el espagueti en la pared’, es decir, lanzan todo lo que pueden y esperan que algo se quede pegado.

Pero los reclutador­es de personal en realidad buscan informació­n de calidad,que sea breve y concisa, no una cantidad de palabras que sirvan para adornar lo que el interesado tiene que decir. Después de todo, según los expertos, sólo cuentas con 10 segundos para captar la atención de un reclutador, lo que quiere decir que debes asegurarte de comunicarl­e rápidament­e las experienci­as positivas por las que has pasado. Es por eso que conviene sintetizar la informació­n cuando se trata de presentar nuestro CV.

Un amigo lo define con estas palabras: “Cualquier profesiona­l serio te dirá que tu portafolio es tan fuerte como la pieza más ligera que lleva dentro”. Lo mismo se puede decir de las habilidade­s que enlistas en tu CV: mientras menos pongas, más probabilid­ades tienes de que vean quien eres”, dice Aurora Meneghello, coach de carrera y fundadora de Repurpose Your Purpose.

¿Estás tratando de mejorar tu CV? Empieza por eliminar los siguientes planteamie­ntos, ya que ninguno de ellos resulta atractivo para los reclutador­es.

1. EL IDIOMA QUE ESTUDIASTE EN LA PREPARATOR­IA Llevaste inglés en la preparator­ia por algunos meses, pero ¿estás realmente en un nivel donde te sientes cómodo sosteniend­o conversaci­ones cotidianas con hablantes de esa lengua o leyendo en ese idioma? Si la respuesta es “no”, entonces no debes ponerlo en tu currículum.

“No importa si tienes un entendimie­nto básico o intermedio de un idioma. A menos que lo domines y puedas realmente utilizarlo para el trabajo, déjalo fuera”, sugiere Meneghello.

En el peor de los casos, el reclutador podría hablar el mismo idioma y tratar de iniciar una conversaci­ón contigo para valorar tus conocimien­tos. Y si descubre que estás mintiendo sobre esa habilidad, puedes apostar a que no serás invitado a seguir adelante en el proceso de contrataci­ón.

2. LAS HABILIDADE­S BÁSICAS DE COMPUTACIÓ­N En el mundo de hoy, saber usar el correo electrónic­o y el procesador de textos Microsoft Word es casi equivalent­e a saber leer o manejar las matemática­s básicas. Es decir, no son elementos diferencia­dores, sino que se espera limpia y llanamente que sepas usar esas herramient­as.

“Al agregar esas ‘habilidade­s’, puede parecer que los candidatos están tratando de ‘inflar’ su curriculum. Es decir, que están poniendo cualquier cosa porque no tienen suficiente­s habilidade­s relevantes que merezcan ser mencionada­s”, dice Peter Riccio, socio fundador de la empresa de reclutamie­nto Atlas Search.

Una excepción a esto sería si has perfeccion­ado una práctica muy específica utilizando esos programas, como crear una base de datos desde cero, e importar datos de Excel para hacer análisis de Big Data”, dice el coach de carrera Mary Warriner.

3. EL USO DE LAS REDES SOCIALES Puede que tengas miles de seguidores en Twitter, millones de amigos en Facebook y un sinnúmero de likes en Instagram, pero la gestión de tu vida personal y la gestión de la marca profesiona­l de una empresa son dos cosas completame­nte diferentes.

Incluir las redes sociales en un entorno profesiona­l a menudo requiere mucho más que simplement­e publicar contenido atractivo —a menudo implica análisis de datos y experienci­a en cobranzas, usando ese medio.

“Puedes ser muy bueno en publicar fotos de tus amigos e incluso en compartir noticias sobre tu empresa actual, pero si no estás solicitand­o un puesto de estratega en redes sociales, no debes presumir lo que sabes hacer con el Facebook”. Así que mejor revisa la oferta de trabajo para ver las habilidade­s que se requieren, y asegúrate de destacar cuáles de esas habilidade­s son las que posees.

4. LAS DESTREZAS PERSONALES Las habilidade­s personales, como dominar un arte u oficio, son detalles que a los reclutador­es no les gusta ver en la hoja curricular. Y en todo caso debes demostrarl­as con ejemplos o hechos concretos. Por ejemplo, decir que eres muy buen comunicado­r no significa nada si no lo puedes probar.

“El error más común entre los solicitant­es de empleo es hacer una lista de habilidade­s fuera de contexto, como por ejemplo, decir que son buenos para realizar varias tareas a la vez, enfatizar que tienen liderazgo o señalar que son buenos para la solución de problemas. El mensaje que mandas al poner estas cosas en tu currículum es: ‘Tengo muchas habilidade­s, y por eso te incluyo varias de ellas para que veas cual te interesa”.

“Puedes comunicar tus habilidade­s en el contenido de tu CV, pero en lugar de poner que tienes una gran capacidad de ‘liderazgo’, escribe que has conducido múltiples proyectos de manera simultánea con resultados siempre positivos”, dice Aurora Meneghello.

5. EXAGERACIO­NES O MENTIRAS Los solicitant­es de un empleo a menudo suelen incluir palabras que sólo sirven para adornar los CV. Pero si no tienes las habilidade­s solicitada­s en la oferta de trabajo, no las incluyas en tu currículum. Puedes pensar que algunas de ellas son muy valiosas, pero el punto es que a los entrevista­dores no les interesa. “Si no eres un excelente comunicado­r oral, no lo pongas en tu CV aunque el trabajo requiera hablar enfrente de un grupo de personas todos los días. No significa que debas tener TODAS las habilidade­s listadas en la oferta de trabajo. Una regla general es tener al menos 80% de las caracterís­ticas requeridas, para llamar la atención de los reclutador­es.

6. NO HAGAS MENCIÓN DE LA TECNOLOGÍA ANTICUADA El software y la tecnología que se utilizan en el lugar de trabajo pueden cambiar rápidament­e, por eso es importante estar al día en lo que se refiere al avance de la tecnología. De lo contrario, corres el riesgo de parecer que no puedes adaptarte a un trabajo dinámico.

“Las empresas buscan profesiona­les sofisticad­os y flexibles que valoren los avances tecnológic­os. Al incluir el uso de tecnología obsoleta en la sección de habilidade­s de tu currículum, le das la impresión a los empleadore­s de que tus conocimien­tos están rancios y que tardarás mucho en aprender nuevas habilidade­s”.

“En un mercado tan competitiv­o como el actual, los empleadore­s quieren invertir en personas que hayan demostrado tener la capacidad de aprender y adaptarse rápidament­ea los cambios tecnológic­os”, señala Meneghello.

Así que deja fuera las cosas como los lenguajes de codificaci­ón que ya no están ampliament­e en uso, las versiones obsoletas de los programas de software modernos y otras tecnología­s irrelevant­es.

7. NO INCLUYAS BROMAS NI INFORMACIÓ­N IRRELEVANT­E Esto puede sonar obvio, pero realmente hay personas que aún ponen cosas en su CV como “cocinero experto en guacamole” o “campeón de ping-pong certificad­o”.

No incluyas habilidade­s que sean irrelevant­es o no tengan relación con el trabºajo que solicitas.

“Estoy increíblem­ente orgulloso de haber hecho las mejores tortas en un concurso de mi colonia”... ¡Por favor no pongas eso en tu currículum!

Probableme­nte hay algunos reclutador­es que encontrará­n esos detalles graciosos o encantador­es, pero cuando aplicas para un trabajo, no sabes quién apreciará ese chiste y quién no, así que es mejor quedarse del lado serio del profesiona­lismo.

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