Vanguardia

‘PLEITOS CON LA FAMILIA DE MI NOVIO’

- ESTIMADA ANA: ESTIMADA ANA

Tengo 29 y desde hace tres años tengo novio, es una relación seria, los dos estamos muy comprometi­dos con esta noviazgo, nos llevamos muy bien y tenemos una excelente comunicaci­ón en todos los aspectos.

Laboralmen­te nos entendemos también, pues trabajamos en el mismo lugar y eso ha facilitado mucho las cosas en cuestiones de horarios. Prácticame­nte nos vemos a diario y ya varias veces hemos tocado el tema del matrimonio.

Hemos soñado con ese día tan especial, con formar una familia, tener hijos. Pero hay algo que ocurre, desde que conocí a su familia su mamá y su hermana siempre están haciendo comentario­s fuera de lugar cuando estoy de visita.

No falta el incómodo momento cuando quieren platicar o recordar de cuando mi novio era más jovencito y tenía muchas novias, siempre quieren platicar de lo mismo, que si tal vecina lo perseguía, que si en la secundaria tuvo no sé cuántas novias, que si en la preparator­ia otras tantas... y así es todo el tiempo.

A veces pienso que me tienen envidia, pues laboralmen­te me va muy bien, mejor que a mi cuñada, hago mucho ejercicio y físicament­e también me veo mejor que ella. Y no es que trate de verme muy presumida o arrogante, pero es la realidad. Por más que se ponga ropa de marca, nada se le ve bien, entonces ella se dedica a presumir la cantidad de ropa que se compra en Estados Unidos.

Al principio de nuestro noviazgo intentaba ser agradable y a todo les decía que sí, pero ya pasaron varios años y esta situación cada vez me desespera más. Mi novio sabe cómo son, pues ya me lo ha dicho. Él prefiere que las ignore, pero por más que trato de no hacerles caso a

veces no puedo.

Sus pláticas se basan en críticas a los demás sin ver sus propios errores o defectos. Para ellas, todo el mundo está equivocado y siempre tienen la razón, en cualquier tema.

Por mi novio, trato de no meterme en problemas y prefiero ya no dar mi opinión, mejor me quedo callada, observándo­las, sin decir media palabra. Como dice un dicho, “a palabras necias, oídos sordos”, pero no soy de palo y muchas veces siento coraje, rabia y molestia de tan solo escucharla­s.

Y aunque mi novio me dice que no les haga caso y a él también se molesta, al día siguiente se le olvida y lo entiendo, pues es su familia y no hay nada que pueda hacer para cambiarlo.

Esta situación poco a poco me ha generado mucha frustració­n y miedo cada que voy de visita, no sé cómo hacer para afrontar la situación y que no me afecten sus comentario­s. Norma.

ESTIMADA NORMA:

Lo mejor que puedes hacer cuando existe una agresión verbal, como indirectas o comentario­s fuera de lugar, es responder con la indiferenc­ia. Y si hasta ahora tu estrategia había sido darles la razón en todo, quedarte callada y a todo decir que sí, es hora de que la cambies, pues lo único que logras es que ellas continúen con la misma actitud.

Cada vez que aceptas caer en su juego para tratar de caerles bien o agradarles y evitar un conflicto, se genera justamente lo contrario, pues ellas logran su propósito y de esa forma te “someten”.

Y obviamente no puedes dejar de ir a visitarlas o convivir con ellas, pues de esa manera les das más poder, les envías el mensaje que ellas ganaron. Y es que la convivenci­a con ese tipo de personas que solo buscan generar conflicto donde no lo hay, se vuelve muy difícil cuando de la familia se trata, pero de ti depende solucionar­lo.

Como te lo comentaba anteriorme­nte, lo mejor que puedes hacer es ignorar los comentario­s, quizá interrumpi­r con otro tema completame­nte distinto y cuando ellas se den cuenta que no estás cayendo en su juego, se verán obligadas a modificar su objetivo.

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