Fiscalía General: ¿será de ‘puertas abiertas’?
Aunque aún hace falta que el dictamen de la Comisión Especial, encargada de atender los procesos legislativos en materia de combate a la corrupción, sea discutido por el pleno del Congreso Local, es prácticamente un hecho que Gerardo Márquez Guevara se convertirá hoy en el Fiscal General de nuestra Entidad, luego de concluir la etapa de comparecencias de quienes integraron la terna remitida al Palacio de Coss por el Ejecutivo.
Durante su intervención ante el Congreso, Márquez Guevara ofreció una Fiscalía “de puertas abiertas” y aseguró que, de convertirse en titular de la dependencia, el trabajo de esta se basaría en la participación ciudadana y estaría orientado a recuperar la confianza del público.
“…La participación ciudadana es muy importante… a partir de que se genera confianza para recibir denuncias e integrarlas, hay una participación en la que la ciudadanía acerca algunos medios de prueba como videos, testimonios, grabaciones telefónicas… eso es muy eficiente…”, dijo ante los integrantes del Poder Legislativo.
Sin duda, suena interesante que quien tendría la grave tarea de investigar y perseguir delitos, considere que la Fiscalía General debe ser una instancia cercana a los ciudadanos y que buena parte de su éxito depende de la existencia de una sociedad coadyuvante de sus tareas.
Y, sin duda también, la procuración de justicia constituye el talón de Aquiles de todo el sistema de justicia, pues de su trabajo pulcro y profesional depende la transformación de la cultura imperante en todo el sistema penal, misma que privilegia los resultados “de relumbrón” por encima de la eficacia de largo plazo que sólo puede estar basada en la adecuada integración de sus carpetas de investigación y en la sólida presentación de sus casos ante el juez.
Pero siendo esto cierto, también lo es que la transformación ofrecida por Márquez Guevara no puede ser obra sólo de la voluntad de una persona, sino el resultado de un proyecto de trabajo en el cual los procedimientos, las políticas y los indicadores sean la piedra angular.
Por ello, lo que debe esperarse del futuro Fiscal General es la presentación de un programa de trabajo que clarifique los “cómos” de esta política de puertas abiertas, capaz de recuperar la confianza ciudadana mediante la erradicación de los muchos vicios que hoy caracterizan la procuración de justicia en Coahuila y en todo México.
Porque para transformar la actual realidad en una que introduzca la técnica y el método científico en la investigación de los delitos, y la persecución de los presuntos delincuentes, no sirven de nada los discursos bien intencionados, así sean construidos con frases que se escuchan bien y parecen dar en el blanco de las expectativas ciudadanas.
En tal sentido, Gerardo Márquez deberá asumir que la ciudadanía –o al menos una buena parte de ella– verá con desconfianza el arranque de su gestión al frente de la Fiscalía General y que esperará a ver concretados en los hechos los ofrecimientos teóricos que ayer hizo en el Congreso del Estado, para considerar la posibilidad de creer que, en efecto, ha comenzado una nueva era en la procuración de justicia en Coahuila.
Para iniciar una nueva era en la procuración de justicia en Coahuila, no sirven de nada los discursos bien intencionados