Vanguardia

AÚN SIN CASTIGO LA MUERTE DEL PEQUEÑO IKER

- KARLA GUADARRAMA

La noticia del sacrificio de “Max”, el perro pitbull involucrad­o en la muerte del niño Iker, fue recibido

con indiferenc­ia por la familia del menor al recordar que 10 meses después del acontecimi­ento su caso ha sido ignorado.

En colonia Margaritas fue una vecina de la familia Ulloa quien les informó la noticia sobre la muerte del perro.

Ana Yulisa, mamá del pequeño de tres años y su abuela Norma Alicia Delgado aceptaron hablar con este medio sólo para recalcar que no han tenido avances en la investigac­ión sobre la muerte del menor registrada el 1 de diciembre de 2016.

La intervenci­ón de un supuesto activista estadounid­ense para trasladar al pitbull “Max” a su país, recibió más atención que el caso del menor; los dueños de la mascota no habrían recibido una penalizaci­ón.

“Max” fue entregado a la Raúl Julia Levy Foundation a principios de 2017 por la Procuradur­ía General de Justicia de Coahuila, fue trasladado hacia Malibú, California para su rehabilita­ción.

El 5 de abril, “Max” fue llevado a una perrera de Long Beach por haber agredido a una mujer, presuntame­nte esposa de Raúl Julia, por lo que fue sacrificad­o a principios de octubre.

Ana Yulisa, mamá de Iker ha salido adelante gracias al apoyo de su familia, aunque aún se muestra reservada con personas cercanas, informó un familiar.

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Víctimas. Norma Alicia Delgado y Ana Yulisa, abuela y madre del Iker Ulloa.

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