Los primeros 150 años de gloria
Cumple 150 años el Ateneo Fuente. Institución educativa de gran relevancia para el país… centro de estudio de humanidades y de ciencia. Saltillo y Coahuila, de fiesta.
El Ateneo fue fundado todavía en pleno Siglo XIX… el convulso siglo que nos dio independencia, que nos dio identidad y forma como República. Desde 1867, cuando fue creado por el General Andrés S. Viesca, hasta nuestros días, el Ateneo ha sido la casa del conocimiento de la que han egresado miles de bachilleres, muchos de los cuales han cumplido con tareas distinguidas para el país, y otros han desarrollado trayectorias admirables en todos los sentidos: Miguel y Vito Alessio Robles, José Cárdenas Valdez, Juan Antonio de la Fuente, Salvador González Lobo, así como Venustiano Carranza, entre muchos nombres memorables han pasado por sus aulas.
Por el origen histórico que lo ubica en pleno auge del liberalismo mexicano, el Ateneo ha sido faro del debate filosófico que por encima de cualquier consideración pondera el conocimiento y la ciencia pura.
Reconocidas plumas e historiadores prestigiados han escrito mucho acerca de la corriente positivista que tuvo en nuestro Ateneo uno de sus más cristalinos manantiales.
La Universidad Autónoma de Coahuila ha preparado una serie de festejos, que deberán culminar el próximo primero de noviembre, fecha de su fundación hace centuria y media, en un acto solemne al que se espera la asistencia del Presidente de la República, Enrique Peña Nieto.
En estos días la comunidad ateneísta se encuentra más que movilizada para ser parte de una celebración extraordinaria por el alcance histórico de una institución que puede presumir los 150 años en plena vigencia e intensa actividad.
Hoy el Ateneo es tan Ateneo como siempre lo ha sido y lo será.
La intensidad de sus alumnos, en su fervor estudiantil sigue distinguiendo el ambiente de sus salones de clase, laboratorios, canchas e instalaciones.
150 años son una muy buena razón para que los daneses de hoy se asomen al pasado de su casa de estudios, que fuera semilla y origen de lo que hoy es la Universidad Autónoma de Coahuila.
Don Nazario S. Ortiz Garza, quien impulsará la construcción de su majestuoso edificio, don Artemio de Valle Arizpe, más lejano en el tiempo, don José de las Fuentes Rodríguez, que tanto quisiera a su Ateneo y su Universidad. Son parte de una legión de honor de la escuela que posicionó a Saltillo, como la Atenas de México.
Roque González Garza, presidente interino de México, Carlos Pereyra, Julio Torri, Manuel Pérez Treviño. Cuántos coahuilenses extraordinarios.
Algunos mucho más actuales, en plena vigencia… con gran influencia y cercanía con la comunidad, con reconocimiento nacional, e incluso presencia internacional: Armando Fuentes Aguirre, Enrique Martínez y Martínez.
Por la cercanía, que no oculto, más bien presumo, evoco también el humanismo, la entereza, la calidez, la amistad, y bonhomía del doctor Juan Salas González, hombre probo, padre ejemplar, esposo amoroso, fiel a sus convicciones y que tuviera la fortuna de acompañar a su querido Ateneo en el primer centenario de vida, y que ahora, cincuenta años después, será uno de los oradores importantes en los eventos de este fin de semana, como activo representante y enlace de la red de exalumnos, que fortalece desde la Ciudad de México.
De igual manera al padre de la compañera de mi vida, madre de mis hijos e inspiración de mis sueños, María del Socorro, que en el ingeniero Jesús Santos Méndez, exdirector del Ateneo, entre muchos otros cargos, ha tenido siempre un ejemplo del mejor ateneísmo, al que siempre hemos sido convocados a vivir y reproducir. Gracias por tan noble ejemplo.