No quieren trabajar
La mayoría de los jóvenes dura menos de dos años en un mismo empleo, afirma líder de comerciantes
Del año pasado a la fecha han caído entre 15 y 20 por ciento las ventas en los negocios debido a la falta de mano de obra en la Región Sureste, asegura Salvador Rodríguez Saade, presidente de los Comerciantes del Centro Histórico.
El empresario acusa a que esta falta de mano de obra obedece a que la generación de millenials —nacidos entre 1981 y 1995— busca tener horarios flexibles de trabajo y realizar actividades de esparcimiento, aunque reconoce que tras el sismo del 19 de septiembre fueron los jóvenes los que movieron varias ciudades que quedaron en escombros.
“Son una generación que aunque son muy humanos, como lo que pasó con el sismos del 19 de septiembre, buscan horarios muy flexibles que les permitan trabajar en casa. No quieren estar atados a un horario y ese ha sido un problema muy fuerte para el comercio”, explica.
Según una encuesta de Deloitte, dos de cada tres millenials están dispuestos a renunciar a su trabajo en cualquier momento y lo hacen a menos de dos años de haber comenzado a trabajar. Esto obedece a la cultura emprendedora de los jóvenes, falta de desarrollo de sus habilidades y un choque generacional
Para Salvador Rodríguez Saade esta crisis la enfrentan los empresarios por la falta de mano de obra que incluye la industria, comercio y servicios, principalmente, pues no logran conseguir una plantilla fija ante la rotación de personal.
Asimismo, reconoce que ante este problema algunos especialistas realizan un estudio acerca de esta situación que paralelamente impacta en la productividad, calidad y el costo de la capacitación de la industria es muy alto.
“En el comercio no vendes igual si no tienes a la gente adecuada para ofrecer tus productos. En los
Salvador Rodríguez Saade, comerciante.
restaurantes la gente también se les va cuando no tienen capacitación debido a la mala atención y es que no hay personal que quieran atender esa demanda que hay”, advierte.
Finalmente, reconoce que los comerciantes y empresarios se ven obligados a modificar sus estándares de contratación y buscan estrategias para hacer mucho más atractivas las ofertas de empleo, incluso algunos empleadores ya no pagan por jornada laboral, sino por hora.
No quieren estar atados a un horario y ese ha sido un problema muy fuerte para el comercio”.