Vanguardia

TRANQUILOS EN LA CIMA

EL EQUIPO BLAUGRANA CELEBRÓ EN GRANDE LOS 600 JUEGOS DE MESSI CON LA INSTITUCIÓ­N, GRACIAS A UN DOBLETE DE PACO ALCÁCER

- DPA

BARCELONA.- El Barcelona se afianzó en la cima de la Liga Española al superar por un ajustado 2-1 al Sevilla con un doblete de Paco Alcácer.

En el duelo estrella de la undécima fecha del campeonato español, los dos tantos de Alcácer, en el minuto 23 y en el minuto 65, mantuviero­n el invicto de los azulgrana, que dominaron con claridad la primera parte y sufrieron en la segunda para amarrar los tres puntos. El empate parcial para los visitantes lo anotó el argentino Guido Pizarro a los 59 minutos.

Con diez victorias y un empate, los dirigidos por Ernesto Valverde suman ahora 31 unidades, cuatro más que el Valencia, que también superó por 3-0 al Leganés, y 11 más que el Real Madrid, que hoy recibe al Las Palmas.

Antes de que la Liga se pare para los compromiso­s amistosos de las seleccione­s, el Barcelona redobló la presión sobre los blancos, obligados a ganar, tras sumar dos derrotas consecutiv­as en el campeonato doméstico y en la Liga de Campeones.

Al Sevilla, que aspiraba a sacar un buen resultado del Camp Nou tras recuperars­e de su mini crisis de resultado, no le alcanzó su segunda buena parte y se mantuvo en la quinta posición con 19 puntos.

En el partido 600 de Lionel Messi con la camiseta azulgrana, sus compañeros saltaron a la cancha tan motivados como el argentino, que no pudo celebrar la efeméride con gol, aunque ya en el minuto tres de partido avisó con un disparo que salió desviado por poco.

Ante un Sevilla más timorato de lo esperado, el 10 argentino lideró la ofensiva de un Barcelona decidido a sumar su décima victoria de esta liga.

Y no se cansó de propociona­r buenos balones al uruguayo Luis Suárez y a Alcácer, sus compañeros de ataque.

El delantero español, la gran novedad del once de Valverde, fue precisamen­te quien abrió el marcador en el 23’.

Lo hizo, muy atento, al aprovechar un balón repelido por Escudero tras un pase de Luis Suárez. Con un ajustado toque lateral, superó a David Soria.

El tanto plasmó el dominio de un Barcelona que notó y mucho el regreso de Andrés Iniesta a su alineación. Ausente por lesión durante un par de partidos, el internacio­nal español tomó de nuevo el mando del mediocampo y contribuyó de manera decisiva a que los azulgrana salieran fácilmente con la pelota jugada.

Durante la primera parte, la tímida presión de los andaluces apenas tuvo algún efecto. Los azulgrana encontraro­n siempre la manera de llegar con rapidez al área rival.

Las ocasiones del Barcelona se multiplica­ron, aunque Luis Suárez no acertara a materializ­ar ninguna. El 1-0 al descanso dejaba el duelo abierto y obligaba al Sevilla a una reacción.

La tuvieron los de Berizzo tras la pausa, con más posesión e intensidad, en un escenario con muchos más vaivenes.

El Sevilla se creció al tiempo que los azulgrana se desinflaba­n y encontró el premio a su mejor juego con un gran gol de Pizarro, que remató con un espectacul­ar cabezazo un saque de esquina lanzado al punto de penal.

Apenas un minuto antes, Semedo ya había salvado una peligrosís­ima incursión de Sarabia.

Para la hinchada azulgrana, el empate fue un jarro de agua más fría que la durante todo el partido cayó sobre el Camp Nou.

Pese al mal juego del Barcelona, Piqué pudo deshacerlo enseguida con un disparo desde el borde del área que repelió el travesaño.

El honor, sin embargo, lo volvió a tener Alcácer, al meter su pie, al primer toque, para enviar al fondo de la red un fabuloso centro del croata Ivan Rakitic.

Los de Valverde volvían a adelantars­e cuando peor lo estaban pasando. El entrenador español decidió entonces dar descanso al héroe del partido y cederle su lugar a Gerard Deulofeu.

Ante la atenta mirada de Jorge Sampaoli, su ex entrenador y ahora selecciona­dor argentino, el Sevilla buscó de nuevo empatar. Tuvo ocasiones para conseguirl­o e hizo sufrir al Barcelona hasta el minuto final.

Los tres puntos, no obstante, calleron en el casillero de un Barcelona que, con sufrimient­o, se mantuvo firme en la cima el día que su grada de animación lo abandonó durante los diez primeros minutos de partido en un gesto de protesta por el encarcelam­iento de siete ex consejeros del Gobierno catalán.

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Ernesto Valverde le dio oportunida­d a Alcácer para mostrarse como delantero y el español respondió con un doblete que le dio la victoria al Barza.

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