VARIEDAD Y EDUCACIÓN
Marioli Arias cuenta sobre su experiencia en su segundo año como directora del evento, donde celebrará una edición con una amplia oferta
Con casi tres décadas de existencia, el Festival de Música de Morelia hoy se puede dar el lujo de arriesgarse y traer una propuesta variada en su cartel. Tres orquestas sinfónicas, de Jalisco, Xalapa y Michoacán, ensambles de cámara, música clásica, jazz, artistas coreanos, chinos, alemanes y hasta Julieta Venegas formarán parte de la edición número 29. Este es el resultado del trabajo realizado por Mariol Arias, directora del evento, quien ocupa este puesto por segundo año y en el cual ya había estado de 1998 al 2000.
“Tenemos la verdad una variedad enorme de conciertos, que ahora sí que no te puedo decir cuáles son los ‘high lights’ o los más importantes, porque un poco depende de qué tipo de música te gusta o qué estás buscando, o qué días piensas estar. Pero creo que es un programa bien completo y lo que sí tiene en común denominador es la altísima calidad artística de cada uno de sus conciertos”, asegura. Pero no sólo eso, los invitados también darán talleres y clases magistrales, pues la idea es ofrecer mucho más que sólo presentaciones en vivo.
El evento se realizará del 10 al 25 de noviembre, tanto en Morelia como en otras 10 ciudades de Michoacán. Entre sus logros se encuentran el Premio Michoacán a la Competitividad en la categoría de Servicios en 2016, la Presea Generalísimo Morelos en 2015 y la Medalla Mozart, otorgada por el gobierno austriaco en el área de Preservación y Difusión de la Música Académica en 2009.
-ESTE ES TU SEGUNDO AÑO COMO DIRECTORA DEL FESTIVAL, PERO ANTES YA HABÍAS OCUPADO EL PUESTO DE 1998 AL 2000. ¿CÓMO HA SIDO REGRESAR Y QUÉ DIFERENCIAS ENCUENTRAS CON LOS AÑOS? “Es complicado de compararlas, porque si bien es el mismo festival, la proyección y la difusión que ha ganado a lo largo de los últimos 15 años es impresionante, es enorme. La experiencia de estar ahora la verdad me encanta, disfruto muchísimo haciendo lo que hago. Cuando me dicen ‘¿y cuándo lo vas a dejar de hacer?, ¿cuándo te vas a ir?’, pues cuando me deje de divertir. Me gusta mucho y trabajo además con un equipo súper interesante. Tenemos obviamente una asamblea de asociados, un consejo directivo, un consejo artístico, ciertas instancias que apoyan muchísimo y arropan. Pero además hay un equipo operativo maravilloso que trabajan súper bien y que disfrutan mucho todo esto y que de verdad da todo por lograr un buen festival cada año. Entonces es una experiencia padrísima en todos los sentidos, yo disfruto muchísimo estar cerca de artistas, escucharlos, pero me encanta también la parte de logística”.
-CON TODOS LOS PREMIOS QUE HA GANADO EL FESTIVAL, ¿PARA TI QUÉ SIGNIFICA QUE UN EVENTO ASÍ SEA RECONOCIDO DE ESTA MANERA? “Yo creo que es un orgullo importante para México, para los michoacanos y para los morelianos. Creo que es un esfuerzo común, seríamos muy egoístas de pensar que porque somos un gran equipo, tenemos un gran patronato, logramos cosas. Creo que el Festival de Música es un esfuerzo común de muchísima gente y muchísimos ciudadanos. Se tiene un público maravilloso, ahorita ya tenemos varios conciertos agotados, porque el público lo espera de verdad con ganas para disfrutar la gran fiesta de la música. El Festival ha llegado a ser lo que es y está donde está, no por los pocos que trabajamos ahí, sino por toda la gente que alrededor hace que este Festival sea así y tenga esa proyección hacia afuera. Es un reto importante, no estamos en un momento sencillo económicamente para el país ni para nadie, pero aun así es un gusto poderlo seguir haciendo con todos estos apoyos”.
-¿CÓMO HAS VISTO EL APOYO DEL GOBIERNO EN GENERAL PARA ESTE TIPO DE EVENTOS EN LOS ÚLTIMOS AÑOS? “Te voy a decir lo que yo siento. Creo que la intención está, tenemos una muy buena vinculación con las tres instancias de gobierno: federal, estatal y municipal. Lo que pasa es que México es un país que tiene un montón de necesidades antes que la cultura. Ojalá viviéramos en Finlandia o en Suecia, donde la salud, la seguridad, la educación están resueltos, entonces se le puede meter más lana a las cuestiones culturales. Aquí no es el caso, sin embargo, tenemos un enorme apoyo. Siempre se buscan las maneras de salir adelante y de poder lograr de la mejor manera las cosas”.
-ADEMÁS DE LOS TALLERES Y CLASES MAESTRAS, ¿CON QUÉ OTRAS ACTIVIDADES APOYAN LA EDUCACIÓN MUSICAL? “Tenemos un proyecto de responsabilidad social en el Festival, que es la Orquesta y Coro de la Transformación Miguel Bernal Jiménez. Es una orquesta y coro de chavitos de bajos recursos que reciben todos los días educación musical gratis, les damos hasta sus instrumentos. Actualmente tenemos 175 chavitos estudiando todos los días tres horas música, solfeo, coro, entrenamiento auditivo. A lo mejor de ahí no salen tantos músicos, pero ya les estamos dando una opción nueva y una posibilidad más de hacer las cosas o de pensar su vida diferente, les estamos dando disciplina, les estamos quitando tiempo que podrían usar en cosas que es mejor que no usen. Desde ahí va el Festival de Música, ofreciendo estos espacios, donde se reúnen 10 mil personas a escuchar un concierto. Hay este orgullo de pertenencia increíble y se sienten súper cómodos de estar juntos y súper orgullosos de ser mexicanos y michoacanos y de poder estar disfrutando así el arte”.
-¿CÓMO HACEN PARA EQUILIBRAR LA VARIEDAD DE ARTISTAS QUE ASISTEN AL FESTIVAL, POR EJEMPLO, PARA LLEGAR A UN PÚBLICO QUE NO LE INTERESA TANTO LA MÚSICA CLÁSICA, PERO ACERCARSE A ELLOS CON OTRO TIPO DE PROPUESTAS? “Tenemos un consejo artístico integrado por tres músicos mexicanos de muy buen nivel y con disciplinas bien diferentes. Este consejo lo integran Rodrigo Sigal, él es compositor, gestor cultural y director del Centro Mexicano para la Música y las Artes Sonoras, trabaja mucho con músicos contemporáneos y tecnología. Otro de ellos es Ricardo Gallardo, que es percusionista, tiene un ensamble que se llama Tambuco, que es súper reconocido. Y está Javier Álvarez, compositor mexicano, que es Premio Nacional de Bellas Artes. Obviamente a nosotros nos llegan muchísimas propuestas durante el año, gente de aquí y de fuera que quiere participar en el Festival. Además ellos en sus viajes, la gente que conocen también tiene sus propias propuestas. O en ferias de artes escénicas que yo voy, traigo otras propuestas. Todo se junta en una base de datos y a lo largo del año ellos van haciendo la curaduría. Por ejemplo, ahorita ya estamos muy adelantados con la del próximo año. Se va haciendo la curaduría y se va haciendo la negociación con las instancias. ¿Cuál es el criterio? Pues eso, variedad, calidad y sí, bueno, que haya un poco de todo. Que no se nos haga un festival súper contemporáneo, ni hagamos pura música barroca, sino que demos una oferta interesante. Creo que el ejemplo es este año. Si bien siempre ha sido un poco así, este año como que cuajó muy bien, se hizo un programa muy completo y así salió. Pero quienes somos responsables y a quienes les tienes que echar la culpa es al consejo artístico, o (darles) los aplausos”.