El fin bueno
Muchas películas de Hollywood tienen final feliz.
Antes de que se proyecte: “the end” aparece en la pantalla el beso final o una escena sugestiva para que el público adivine la felicidad no filmada. Sólo las de terror dejan la duda en puntos suspensivos, preparando una segunda parte en la que el protagonista, que parecía difunto, aparece como sobreviviente.
El consumidor ve las ofertas del Buen Fin. Los porcentajes en que el número más alto indica el más bajo precio. Le parece que es tiempo de comprar, aunque todavía no haya aguinaldo. Ya vendrá el tiempo navideño para preparar la cuesta de enero.
Gangas, baratas, ofertas, meses sin intereses, descuentos variados, los 2×1 y los regalos sorpresa salpican todo el año. Pero este fin de semana del “Buen Fin” se presenta como un fin bueno para el bolsillo de los compradores. Se impulsa el comercio local, ahora que el otro lado se ha puesto los moños dólarizados de carestía cambiaria y Monterrey no desquita los gastos de transporte.
Se ha recomendado evitar la compra compulsiva. Se recuerda el uso de la cabeza antes de tarjetear o esparcir la billetiza. Ya para el lunes, algunos siguen llenos de deseos con la cartera vacía. La tarjeteada resulta más riesgosa por aquello de: “compre ahora... y llore después”.
El espíritu de la propuesta es que todos ganemos. Baja el precio el comerciante para compensarse con el volumen de ventas. Los clientes gastan menos y pueden hacer selecciones inteligentes. El fin es bueno y la bondad del “Buen Fin” es un valioso acto de servicio a la comunidad y, para los que compran, una prueba para que el consumo no sea un despilfarro, sino una inversión lúcida y sensata.
“Compro, gasto, me endeudo y pago a plazos... luego ¡existo!”. Es proclamación de la persona unidimensional que sólo conjuga los verbos tener, comprar, deber y contar; a ver si hay pago o deuda porque no-se admiten-devoluciones.
Lo mejor que podemos esperar es que, al final del “Buen Fin” haya –en las familias– beso y no reclamo, y no discusión. Que disfruten lo comprado y que