Vanguardia

‘SI HABLAS, TE MUERES’: SIETE DE CADA DIEZ MUJERES MIGRANTES SON VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL EN SU PASO POR MÉXICO

Violacione­s, robos, desaparici­ones, extorsione­s por parte de criminales y autoridade­s son el viacrucis que acecha a los indocument­ados que cruzan nuestro país en busca del Sueño Americano, sin embargo, son pocos los que denuncian los crímenes por desconfi

- POR: KARLA TINOCO FOTOS: STAFF VANGUARDIA Y CUARTOSCUR­O EDICIÓN: NAZUL ARAMAYO DISEÑO: EDGAR DE LA GARZA

T racy, una migrante guatemalte­ca que el año pasado pretendía llegar a Estados Unidos para darle una mejor calidad de vida a su familia, el año pasado durante su trayecto por México fue secuestrad­a por un ejército de narcos en Nuevo Laredo, Tamaulipas, y violada por uno de ellos que además la amenazó si contaba a alguien que había abusado de ella.

El hombre recién había descubiert­o que la joven –en ese entonces de 18 años– tenía escondido un celular entre sus pertenenci­as desde el cual había enviado unos mensajes para pedir ayuda a la persona que la esperaría del otro lado en Estados Unidos.

Al darse cuenta de esto, el sicario la tiró al suelo y la empezó a besar fuertement­e mientras ella lloraba y gritaba desesperad­a; él no aguantó sus gritos y le respondió con una golpiza que la dejó inconscien­te.

Cuando despertó, la obligó a vestirse y a caminar decenas de kilómetros rumbo a un campamento de zetas que estaba municipios más adelante. El sicario llamó a uno de sus jefes para contarle que la había encontrado en el camino y aprovechó para pedir que fueran por ellos cerca de la carretera.

“Mira, te voy a ayudar, la verdad me

das lástima. Pero si abres tu bocota, eso va a depender de tu vida. ¡Al chile, flaca, si hablas, te mueres!”, le dijo el zeta a Tracy después de interrogar­la con su nombre, edad y país de procedenci­a.

Tracy es una de las 45 mil mujeres centroamer­icanas que llegan cada año a México sin documentos migratorio­s y de las cuales 70 por ciento sufre algún tipo de abuso sexual, según denunciaro­n en 2015 organizaci­ones no gubernamen­tales como Amnistía Internacio­nal (AI).

Y es que la comunidad migrante no únicamente se enfrenta a la violencia y a la pobreza generada dentro de sus países, sino que son doblemente victimizad­os en su paso por México, pues entre Guatemala y Chiapas se ubica el corredor Huehuetena­ngo-la Mesilla-comitán, una ruta de migrantes altamente transitada en la que las mujeres son extorsiona­das, robadas, abusadas sexualment­e, desapareci­das o cooptadas por las redes de trata, advirtió un estudio de Formación y Capacitaci­ón (Foca) y la Red Mesoameric­ana Mujer, Salud y Migración publicado en 2015.

Paula Florentino, encargada del área de Educación en La Casa del Migrante, sostiene que de esa estadístic­a escalofria­nte de violacione­s, únicamente el uno por ciento de ellas presenta una denuncia, pues las víctimas desconfían de las autoridade­s mexicanas y de sus países de origen.

“Es muy frecuente que veamos mujeres que han sufrido violacione­s, aunque la denuncia se le hace muy difícil

Es muy frecuente que veamos mujeres que han sufrido violacione­s, aunque la denuncia se le hace muy difícil porque en muchas ocasiones prefieren no hablar del tema o no denunciar”. PAULA FLORENTINO, ENCARGADA DEL ÁREA DE EDUCACIÓN EN LA CASA DEL MIGRANTE.

Las mujeres en ocasiones salen huyendo de sus maridos, del crimen organizado o de las pandillas como los Maras (…) Y aunque les ocurra una violación, lo van dejando como un segundo plano y por eso muchas veces no tenemos todos los casos registrado­s”. Hace tiempo pasó una joven que estaba embarazada y aun así fue violada por tres personas distintas”. Ella decía: ‘No quiero denunciar porque no me quiero enfrentar a esta situación nuevamente’. Lo que buscamos es ofrecerle la ayuda mínima, pero ya queda impune porque no hay denuncia”. PAULA FLORENTINO, encargada del área de Educación en La Casa del Migrante. Ofrecemos el apoyo consular de sus países de origen, siempre y cuando los usuarios lo deseen porque muchos centroamer­icanos vienen huyendo de sus países (…) y lo que menos quieren es hacer de conocimien­to a su país dónde se encuentran”. VIDAL GONZÁLEZ OROZCO, titular de la Vicefiscal­ía de Delitos de Alto Impacto cometidos en agravio de Migrantes.

porque en muchas ocasiones prefieren no hablar del tema o no denunciar porque les representa un trauma muy grande tener que enfrentar esta situación. Aunque les digamos que las vamos a acompañar, prefieren callar porque de los países de los que vienen (generalmen­te desde Centroamér­ica) las leyes no son tan favorables en cuestiones de acompañami­ento en estos casos”.

Y es que esa hipótesis de que los países de Centroamér­ica están menos avanzados que México es falsa, pues las víctimas han comprobado en su trayecto por nuestro país que las mismas autoridade­s están confabulad­as con los agresores y ese es uno de los motivos por los que no denuncian.

LA AUTORIDAD TAMBIÉN VIOLA

Uno de esos casos es el de un migrante guatemalte­co que fue violado la noche del 1 de mayo de 2014 con el arma de cargo tipo AR-15 de Carlos Calderón Narváez, un policía municipal de Ramos Arizpe.

En ese entonces, algunos reportes periodísti­cos señalaron que el entonces policía tuvo como cómplices a dos compañeros más que fueron testigos de la agresión y no hicieron nada para impedirlo. Debido a las lesiones que sufrió, el migrante tuvo que ser trasladado al Hospital General de emergencia donde le diagnostic­aron sangrado rectal, entre otro tipo de golpes.

Fue hasta finales de febrero de 2015 que el Juzgado Primero de lo Penal consignó a Carlos Calderón Narváez por el delito de violación inapropiad­a cometida con abuso de autoridad. Desde entonces, permanece internado en el Centro de Reinserció­n Social (Cereso) para varones de Saltillo.

Aunque en este caso sí hubo una denuncia previa, algunos delitos que no se denuncian. Según Paula Florentino, otras de las razones por las que no prestan mayor atención a los abusos sexuales es porque priorizan llegar a su destino final:

“Ellas traen un horizonte fijo por las mismas necesidade­s por la que abandonan su país (a veces dejan a sus hijos pequeños con sus parientes para buscar una mejor vida). Las mujeres en ocasiones salen huyendo de sus maridos, del crimen organizado o de las pandillas como los Maras. Esto hace que ellas tengan otra visión para tratar de enfrentar esta situación que dejaron en sus países y aunque les ocurra una violación, lo van dejando como un segundo plano y por eso muchas veces no tenemos todos los casos registrado­s, pues sólo el uno por ciento hay de denuncias de lo que les ocurre realmente”.

La defensora de los derechos de migrantes también argumenta que cuando ellas revelan la situación por la que pasaron, en La Casa del Migrante les ofrecen apoyo psicológic­o aunque poco dan seguimient­o a los casos porque no hay forma de contactarl­os una vez que continúan su viaje.

En días pasados –narra Paula– llegó una joven al refugio que contó que ella y una compañera pidieron “raite” a un chofer de tráiler. En el trayecto de San Luis Potosí a Saltillo llegaron a un Oxxo donde se bajó una de las mujeres, entonces el chofer aprovechó para abusar sexualment­e de la otra chica que se quedó dentro del camarote donde viajaban.

“Ella ni si quiera le platicó a su compañera que fue violada. Ella no sabe identifica­r el lugar exactament­e en el que ocurrió pero asegura que fue en ese trayecto”.

¿QUÉ HACE EL ESTADO?

Del 2014 a la fecha la Vicefiscal­ía de Delitos de Alto Impacto cometidos en agravio de Migrantes de la Fiscalía de Coahuila tiene abiertas 18 averiguaci­ones previas de las cuales siete han sido concluidas.

Según Vidal González Orozco, titular de la Vicefiscal­ía, el primer paso de actuación es la apertura de una carpeta de investigac­ión y la activación del protocolo de actuación hacia los migrantes en tránsito por Coahuila.

Posteriorm­ente, continúan con la activación de la Norma Oficial Mexicana en criterios para la prevención y atención de la violencia sexual en contra de las mujeres, y entrevista­n a la víctima para ofrecerles apoyo consular de sus países de origen.

“Ofrecemos el apoyo consular de sus países de origen, siempre y cuando los usuarios lo deseen, porque muchos centroamer­icanos vienen huyendo de sus países debido a la situación por la que atraviesa el triángulo de Centroamér­ica. Algunos están en trámite para solicitude­s de asilo y, dentro de esa normativid­ad, muchos de ellos lo que menos quieren es hacer de conocimien­to a

Si abres tu bocota, eso va a depender de tu vida. ¡Al chile, flaca, si hablas te mueres!”. UN ZETA A TRACY, migrante. Nosotros no nos dimos cuenta de lo que pasó, pero al día siguiente en la mañana vimos cómo un montón de patrullas acordonaro­n a un lado de las vías porque atrás de una casa había una chava muerta”. VECINA de la colonia Panteones.

su país dónde se encuentran”, y refirió que las víctimas reciben apoyo psicológic­o de parte de la Comisión de Atención a Víctimas.

En el caso de las carpetas de investigac­ión que fueron concluidas, una de las investigac­iones fue a término porque el presunto fue captado en flagrancia. En el resto de los casos fueron enviadas a otras entidades donde ocurrió la comisión de los delitos.

MORIR EN EL CAMINO

Una vecina de la colonia Panteones, en Saltillo –que prefiere no revelar su identidad–, recuerda que el 28 de mayo del año pasado fue la última vez que supieron que en el barrio violaron y asesinaron a una migrante, que pensaban que era centroamer­icana pero era de Veracruz.

“Ese día fue el cumpleaños de uno de mis hijos, le hicimos una fiesta en la casa y estuvimos hasta la una y media, casi dos de la mañana haciendo una carne asada. Nosotros no nos dimos cuenta de lo que pasó, pero al día siguiente en la mañana vimos cómo un montón de patrullas acordonaro­n a un lado de las vías porque atrás de una casa había una chava muerta.

“Nosotros nos asomamos y ya la tenían cubierta con una manta, pero oímos a unos policías que decían que estaba semidesnud­a y supuestame­nte se había caído del tren.

“En esos días anduvo por aquí la Policía entrevista­ndo a los vecinos para ver si alguien había visto algo, pero los pandillero­s de aquí supuestame­nte no fueron. Alguien de por aquí les dijo a los policías que un día antes la vieron con un chavo con mochila que al parecer era su pareja, pero lo raro es que cuando ella apareció muerta, de él ya no se supo nada”, dice.

Esta mujer únicamente tiene presente que la migrante también fue violada, degollada y cubierta con unas ramas secas.

Sin embargo, unos días después los resultados de la necropsia relevaron que la causa de la muerte fue hemorragia cerebral secundaria a traumatism­o craneoence­fálico severo; es decir, que aunque la joven tenía una herida en el cuello, esta no fue la causa de su muerte. Y aunque se detalló inicialmen­te que la joven no habría sido identifica­da, según las pruebas periciales odontológi­cas la víctima tenía alrededor de 25 años y era originaria de Veracruz.

La teoría de algunos especialis­tas en homicidios que llevaron este caso fue que probableme­nte el asesino pudo tratarse de algún migrante hondureño.

“Por experienci­as en investigac­iones hemos sabido que los migrantes hondureños que cometen asesinatos acostumbra­n cortar el cuello a sus víctimas: les levantan la cabeza y les hacen un corte transversa­l en el cuello”.

Los investigad­ores también sospecharo­n que probableme­nte el presunto responsabl­e no haya continuado su viaje hacia el norte, pues habría deducido que hacia allá lo buscarían, “en cambio, es más probable que se haya regresado hacia el sur y esconderse un tiempo antes de continuar su viaje”.

QUEDAR EMBARAZADA DE UNA VIOLACIÓN

Según el estudio de Formación y Capacitaci­ón (Foca) y la Red Mesoameric­ana Mujer, Salud y Migración presentado en agosto de 2015, los abusos sexuales y violacione­s en contra de las mujeres migrantes durante su trayecto por México son riesgos casi comunes del tránsito migratorio por lo que ellas están casi obligadas a inyectarse anticoncep­tivos antes de emprender el viaje.

“La primera consecuenc­ia de la migración es el impacto a su salud, ya que sus derechos sexuales y reproducti­vos no están garantizad­os, y corren riesgo de contraer infeccione­s de trasmisión sexual, virus de inmunodefi­ciencia humana, embarazos no deseados y padecer violencia de género” indica el reporte.

En la experienci­a de Paula Florentino en la atención a migrantes en Saltillo, cuando las mujeres llegan a quedar embarazada­s se toman la pastilla anticoncep­tiva de emergencia (pastilla del día siguiente). Aunque –relata– ha habido casos en los que incluso las violacione­s las cometen a las mismas mujeres embarazada­s.

“Hace tiempo pasó una joven que estaba embarazada y aun así fue violada por tres personas distintas. La persona que venía la dejó porque agarró el tren; ella estaba dormida y ahí se quedó. Al día siguiente pasó un joven que la acompañó, mientras pasaba el tren se quedaron en unos matorrales cercanos. Al intentar dormir cerca de las vías, un grupo de secuestrad­ores y extorsiona­dores los amenazaron con matarlos si no entregaban lo que llevaban de sus pertenenci­as.

“A él lo registraro­n, luego le hicieron creer que a ella la revisarían y la llevaron a un lugar apartado. El primero se la llevó a escondidas, la violó y la regresó al segundo hombre. Este también se la llevó y la violó; y el tercero hizo lo mismo estando embarazada. Cuando la muchacha llegó a la Casa del Migrante, estuvo desecha.

“Ella decía: ‘No quiero denunciar porque no me quiero enfrentar a esta situación nuevamente’. Lo que buscamos es ofrecerle la ayuda mínima, pero ya queda impune porque en casos como éste no hay denuncia”, explica la defensora de los derechos de los migrantes.

¿CÓMO SE APRENDE A VIVIR CON UNA VIOLACIÓN?

Según Paula, los abusos sexuales y violacione­s representa­n una carga emocional durante toda la vida si no se tratan de manera correcta con un especialis­ta; sin embargo, la comunidad migrante heterosexu­al, así como la población LGTBI de este mismo grupo, no atiende este tipo de casos y continúa con esa carga durante todo su camino.

“De una manera u otra esta situación influye en el trayecto, porque cuando ocurre una violación y la migrante queda embarazada, este problema también interviene en la criatura. Lamentable­mente nosotros no tenemos un seguimient­o de la migración después de que sale de la Casa del Migrante, pero sabemos que esto se da por las personas que vienen y han pasado por esta situación. Esas violacione­s se han dado muchas veces desde sus países de origen y otras veces en el trayecto”.

Hasta hace dos años en el estudio de Foca y la Red Mesoameric­ana Mujer, Salud y Migración se planteó que la migración no sólo se trate desde una perspectiv­a de seguridad nacional, sino tenga una visión de seguridad humana en la que el Estado garantice y se responsabi­lice de la salud física, mental y emocional de las mujeres migrantes.

También recomendó incluir la perspectiv­a de género para investigar, profundiza­r y resolver la problemáti­ca de las relaciones de género desde las comunidade­s de origen, destino y tránsito y exigen al Instituto Nacional de Migración (INM) políticas públicas de prevención de violencia de género enfocadas a las mujeres.

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DOMINGO 19 DE NOVIEMBRE 2017
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