Meade: el inminente candidato
Lo adelantamos en esta columna: las piezas en el tablero político mexicano acabarían por acomodarse más temprano que tarde. Todo parece indicar que el Revolucionario Institucional resolvió el galimatías y, de a poco, fue formulando el efectivo antídoto (o al menos el más viable) contra la oferta populista que empezaba a permear hondo entre el electorado. No en vano el señor de apellido López invirtió los últimos 12 años en su campaña rumbo a la grande, mismos en los que además se dio a la tarea de crearse un partido a modo que ahora (guste o no) representa la tercera fuerza política en el País.
El PRI supo aguardar paciente antes de bajar sus cartas y enseñar el juego. Con un plausible manejo del timing político, el instituto de marras llamó a escena a quien será su abanderado en la contienda electoral que se avecina. El pasado lunes fue un día largo, muy largo, para José Antonio Meade Kuribreña, quien por cierto tiene raíces coahuilenses (aunque usted no lo crea). Fue el mismísimo Palacio Nacional el marco en el que se dio el anuncio oficial con sabor a destape. Meade renunciaba a la titularidad de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y su lugar sería ocupado por otro mexicano de buenas hechuras en el servicio público: José Antonio González Anaya, quien hasta ese día se desempeñó como Director General de Pemex, y antes tuvo la difícil encomienda de dirigir los destinos del IMSS.
Dijera el chaparrito Brian Amadeus Moderatto o Jay de la Cueva: ¡ya lo veía venir! En el Consejo Político Nacional celebrado el 12 de agosto, que sirvió de pasarela a aquellos con aspiraciones a aparecer en la boleta electoral del 2018, el tricolor acordó romper los candados estatutarios para permitir que los simpatizantes (que no militantes) pudieran acceder a las ansiadas candidaturas a los puestos de elección popular. Desde entonces, el doctor en economía por la Universidad de Yale comenzaba a hacer rounds de sombra en preparación a lo que vendría. Lo demás sería mero trámite, papeleo y formalismos.
Meade arriba a la inminente candidatura mostrando al respetable sólidas credenciales y regios blasones. Se trata del único mexicano que ha ocupado en seis ocasiones el cargo de secretario de estado, en cuatro distintas áreas medulares: energía, relaciones exteriores, desarrollo social y hacienda; esta última en dos administraciones federales consecutivas. Por su parte, la mayoría de los analistas y hasta los politólogos de café retostado, señalan a Pepe Meade como un hombre altamente preparado y dedicado al trabajo; un tipo inteligente, serio y responsable, que durante el desempeño de sus diferentes encargos ha dejado manifiesta su capacidad de diálogo y concertación. Bien visto por amplios sectores de la población, el economista y abogado defeño puede significar la carta más completa para aquellos que no se identifican con los colores priistas e, incluso, podría llegar a ser la opción para una buena cantidad de simpatizantes y militantes panistas que han cortado amarras con su dirigencia nacional debido al irreconciliable encono que ha venido generando el capitán del barco azul, Ricardo Anaya.
Aquí en confianza, el anuncio de la llegada de Meade Kuribreña a la escena política nacional como precandidato (e inminente candidato) priista a la Presidencia de México, fue bien recibida por propios y ajenos. Los tres sectores partidistas (CTM, CNC y CNOP) ya le dieron el correspondiente espaldarazo, y los “sin partido” no lo ven con malos ojos. Pendientes habremos de estar de los movimientos en el tablero que aún quedan irresueltos. Por lo pronto, en la esquina contraria el señor López se prepara para morder la yugular de quien ahora representa su mayor amenaza para arribar a los Pinos transitando el camino que mucho antes venía pavimentando. Del otro lado, los del Frente Amplio Democrático aun no terminan de ponerse de acuerdo sobre el método por el cual elegirán a su gallo ante la elección presidencial. Al respecto, el comandante capitalino Miguel Ángel Mancera reclama la paternidad de la coalición y amenaza con ir solo a la aventura electoral, por más que Alejandra Barrales se aferre con uñas y dientes a la vigencia del acuerdo partidista.
Sin duda, aún quedan capítulos por escribirse; mientras tanto, ya hay quienes afirman que la “esperanza de México” cambió de rostro y lleva por apellido Meade. Al tiempo. www. vanguardia. com.mx/ diario/opinion
ANDREW SELEE
> Menos migración pero más indocumentados
CATALINA PÉREZ CORREA
> Militarizar el país rumbo a la elección
ALEJANDRO ENCINAS RODRÍGUEZ
> Porfirio Muñoz Ledo Historias del señor equis y de su trágica lucha contra La Burocracia. El Funcionario del Estado le ordenó al señor equis: —Escoge un número del 1 al 10. Respondió con temor el señor equis: —Cinco. —Te equivocaste —le informó el Funcionario—. Escoge otro. —Siete —contestó él. Decretó El Funcionario. —Te volviste a equivocar. —Dos. —No. —Ocho. —No. —Tres. —Ya no le sigas —le dijo El Funcionario—. Sea cual sea el número que escojas, para Nosotros siempre estarás equivocado.