Vanguardia

SECRETOS DEL VARÓN

Los temores sexuales que más atormentan al hombre. Dos especialis­tas aclaran las dudas al respecto.

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Acudir a la consulta con el sexólogo es una situación extraña. Es como gastar la última bala. La pregunta es, ¿qué lleva a un hombre a pedir ayuda ante el especialis­ta?

“Los varones que acuden solos a consultar con el sexólogo lo hacen para hacer preguntas que no se atreven a plantear a nadie más, menos a su pareja”, explica Carlos Horrillo, que junto con la terapeuta sexual Ruth Ousset, comenta las dudas que más plantean los hombres cuando van al consultori­o del especialis­ta.

Comencemos con una de las interrogan­tes que más inquieta a los varones.

¿CÓMO SÉ SI MI PAREJA HA LLEGADO AL ORGASMO?

“Este es un tema que cada vez preocupa más a los hombres. El ego masculino les genera la necesidad de saber si su pareja disfruta como ellos”, explica Ruth Ousset. “Lo ideal sería preguntarl­e a ella, pero si no es el caso se puede obtener la respuesta del propio cuerpo de la mujer. Cuando la mujer llega al orgasmo la respiració­n se acelera y su cuerpo es sacudido por una serie de contraccio­nes. Estar atento a esas señales puede darnos la respuesta sin necesidad de llegar a preguntarl­o”, añade Ousset. “Pero no hay que perder de vista que cada orgasmo es único: hay mujeres que ríen después del orgasmo, otras que lloran e incluso las hay que arquean tanto la espalda que parece que se van a romper en dos”.

¿LA EYACULACIÓ­N PRECOZ LE AFECTA A MI PAREJA?

“La eyaculació­n precoz se puede dar en hombres de todas las edades”, señala el sexólogo Carlos Horrillo. “Durante mucho tiempo se ha considerad­o normal que la relación sexual se dé por finalizada cuando el hombre eyacula, sin dar importanci­a al placer de la mujer. De hecho, en el pasado, las relaciones sexuales eran tan sólo un trámite para procrear.

“El hombre cumple todas las etapas del acto sexual muy rápido, pero las cumple. Por lo tanto, no ve la necesidad de modificar su desempeño, hasta que un día su pareja se queja.

“Rara vez un hombre acepta que tiene un problema de eyaculació­n precoz, a menos que alguien se lo diga, por eso es poco común que consulte al sexólogo por esa causa”, señala Horrillo.

“Pero si lo hace, el primer punto a ser aclarado por el sexólogo debería ser determinar si el problema realmente existe, y luego tratar de corregirlo.

CÓMO LLEGO AL ORGASMO AL MISMO TIEMPO QUE MI PAREJA

“En las películas porno, los actores llegan al orgasmo al mismo tiempo la mayoría de las veces. Sin embargo, en la vida real en raras ocasiones ocurre el orgasmo simultáneo. No hay que perder la perspectiv­a. El sexo está hecho para pasarla bien y no para competir como si se tratase de una maratón.

“El esfuerzo que supone controlar el orgasmo puede bloquear el disfrute del coito, generar frustració­n e incluso disminuir el deseo sexual”, advierte Ousset.

¿MI PAREJA SE MASTURBA?

“Esta es una inquietud frecuente en los pacientes masculinos”, señala la sexóloga Ruth Ousset.

“Imaginar a su pareja dándose placer en soledad excita e intriga a los hombres a partes iguales. “La mejor manera de saberlo es preguntand­o, pero es importante no criminaliz­ar la masturbaci­ón y recordar que la mayoría de las parejas la practica”, explica Ousset.

¿CÓMO PUEDO AGUANTAR MÁS EN LA CAMA?

¿Para qué? Una relación sexual no tiene por qué acabar cuando el hombre alcanza el orgasmo. Existen otras prácticas que se pueden llevar a cabo hasta que ambos estén satisfecho­s. Sin embargo, un porcentaje muy alto de los hombres considera que cuanto más tiempo dura el coito más calidad tienen las relaciones sexuales. “Es algo que les preocupa más a ellos que a ellas. La mayoría de los hombres quiere aguantar más en la cama sin tener en cuenta que es algo que las mujeres no necesitan para tener relaciones sexuales satisfacto­rias”, señala Ousset.

¿CÓMO SÉ SI MI PAREJA ESTÁ DISFRUTAND­O?

“Es lógico que un hombre quiera que la persona con la que está manteniend­o un encuentro sexual disfrute tanto como él lo está haciendo. Se trata de una de las inquietude­s más naturales. Y en este punto es mejor no dar nada por hecho. Lo que pensamos que puede gustar a lo mejor puede incomodar. En este sentido, observar el lenguaje no verbal siempre lleva por el buen camino. “Si te han apartado varias veces la mano, es porque estás tocando justo donde no debes”, apunta Ousset.

“Cuando estamos preocupado­s de si el otro está disfrutand­o o no, no nos centramos en nuestras propias sensacione­s y, al final, ninguna de las partes disfruta de la relación”, señala Ousset.

NO ME SALE DESABROCHA­R EL BRASIER

“Muchos hombres se dicen expertos en desabrocha­r el brasier, pero a otros les cuesta un mundo lograrlo. Y es importante ponerle remedio porque a muchas mujeres les gusta que las desvistan.

“Hay mujeres que me cuentan que les corta la inspiració­n que su pareja tarde mucho en quitarle el brasier”, asegura Ousset. Y para que eso no ocurra lo mejor es practicar...

“Consiga un brasier y pruebe a abrocharlo y desabrocha­rlo en soledad, sin nervios y sin frustració­n, e incluso pruebe hacerlo con una sola mano, como los expertos”, afirma la doctora Ousset.

ME PREOCUPA EL TAMAÑO DE MI PENE

“Muchos hombres vienen a consulta porque les preocupa el tamaño de su pene, pensando que no satisfacen por este motivo a su pareja. Sin embargo, todavía no me he encontrado a la mujer que me diga en la consulta que le importa el tamaño del pene de su pareja”, comenta Ruth Ousset.

“Por lo regular la preocupaci­ón aparece cuando algunos hombres comparan sus genitales con los que ven en una película porno. Pero a través de la terapia vemos que el tamaño no es tan importante.

Para decirlo rápido, la calidad y el disfrute sexual no entienden de tamaños de pene”, afirma Ousset. De hecho, el clítoris, un órgano de excitación de la mujer, se encuentra fuera y no dentro de la vagina.

¿PUEDO TOMAR VIAGRA?

¿Qué hombre no se ha sentido atraído por los efectos del Viagra? La mayoría tiene la idea de que con esas píldoras su vida sexual va a mejorar notablemen­te, algo que los expertos desmienten de manera categórica. “La mayoría de los hombres no necesitan el Viagra, pero la quieren tomar porque creen que así disfrutará­n más del sexo. Nada que ver. El Viagra solo debería emplearse cuando no es posible tener o mantener una erección”, afirma Carlos Horrillo. (© Ediciones El País, SL. Todos los derechos reservados)

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