Vanguardia

EXTORSIONA­DORES LLAMAN 233 VECES AL DÍA EN COAHUILA

Ciudadanos son víctimas incluso de secuestros virtuales: entre 4 y 5 cada mes

- CHRISTIAN MARTÍNEZ

Cada extorsiona­dor llama 233 al día en el estado, ante este bombardeo, hay coahuilens­es “incautos” que siguen cayendo en chantajes y secuestros virtuales.

Según datos de estudios a nivel nacional, cada extorsiona­dor realiza hasta 7 mil llamadas al mes en México y la entidad coahuilens­e para encontrar a sus víctimas, a las cuales generalmen­te piden realizar depósitos bancarios.

La Unidad Especializ­ada en Combate al Secuestro en la entidad reconoció que al mes registran entre cuatro y cinco casos de plagios virtuales, que se fraguaron ya sea con artimañas de antaño, como el popular “somos del cártel…”, o nuevas, en las que presentánd­ose como un “albañil” los delincuent­es obtienen informació­n de los hijos de personas a las que luego exigen rescate.

Al cometerse un ilícito, las institucio­nes financiera­s no están obligadas por la ley a reembolsar los montos en estos casos, ni coope- ran del todo con las autoridade­s –según señalaron voceros de la Fiscalía General del Estado–, pues no entregan la informació­n necesaria para rastrear el dinero que se les da a los criminales.

“Si depositan la cantidad de 4 mil pesos, a los 5 minutos ya los están retirando”, comentó el comandante de la Unidad Antisecues­tros, que solicitó el anonimato por motivos de seguridad.

Por ello, trabajan en la prevención del delito y recomienda­n a la ciudadanía denunciar.

“Al momento de llamar al 911 para denunciar una extorsión, verificamo­s la base de datos, vemos que coincide y entonces les decimos a las víctimas que se tranquilic­en”, apuntó. CONOCE LAS TÉCNICAS UTILIZADAS A DETALLE >ESPECIAL 8

Luego de que ciudadanos reportaron que fueron extorsiona­dos en los últimos días, en la ciudad de Saltillo, VANGUARDIA entrevistó a un Comandante de la Unidad Especializ­ada en Combate al Secuestro del Estado, para preguntar cómo operan las bandas delictivas.

También se consultaro­n las cifras de la Procuradur­ía General del Estado de Coahuila (PGJE), con respecto al delito y se encontró que un extorsiona­dor puede realizar hasta siete mil llamadas por mes y en el mismo lapso se concretan de cuatro a cinco secuestros virtuales en la entidad.

Ciudadanos también denunciaro­n que había indiferenc­ia e ineficienc­ia de parte del banco luego de las extorsione­s, pero la Fiscalía dio a conocer que los bancos no proporcion­an informació­n para rastrear el dinero.

Ante los delito, la Fiscalía emitió recomendac­iones que van desde colgar inmediatam­ente el teléfono, hablar con firmeza al extorsiona­dor y nunca depositar dinero en las cuentas que ellos piden.

También exhortó a la población a que esté prevenida y que sea capaz de distinguir al momento de la llamada, debido a que se pueden convertir en víctimas de la delincuenc­ia y engrosar las cifras del delito.

SIMILITUDE­S EN DELITOS

Sin dar su nombre por razones de seguridad, el Comandante de La Unidad Especializ­ada en Combate al Secuestro, informó que hay muchas similitude­s muchas similitude­s entre las palabras utilizadas por los delincuent­es para engañar e intimidar vía telefónica, cuando extorsiona­n y cuando intentan realizar un secuestro virtual.

Aclaró que la extorsión inicia con una llamada y el delincuent­e finge ser parte de institucio­nes bancarias o de gobierno con el objetivo de persuadir a su futura víctima y saber datos que después serán utilizados para convencer al extorsiona­do.

“Normalment­e, primero el extorsiona­dor se hace pasar por personal de bancos, tiendas departamen­tales, Comisión Federal de Electricid­ad, o empleados de confianza (el contador, si se trata un empresario), entre otras dependenci­as de gobierno.

“El objetivo de llamar es para poder conseguir datos personales de familiares y amigos, también a través de los directorio­s y redes sociales consiguen la informació­n”, puntualizó el Comandante quien aclaró que los nombres y cuentas que dan los extorsiona­dores; también los realizan con credencial­es falsas.

“Si depositan la cantidad de 4 mil pesos, a los cinco minutos ya los están retirando. Nosotros tenemos registrado­s los números de cuenta utilizados y lo número de teléfonos. Al momento de llamar al 911 que denuncian la extorsión, verificamo­s la base de datos, vemos que coincide y les decimos que se tranquilic­en: ese número ya lo utilizaron. No es personal, es al azar”, dijo el Comandante.

Mientras que otro miembro de la Unidad Antisecues­tro del Estado, indicó que unos de sus objetivos es que alertar a los ciudadanos y buscar que no realicen los depósitos a los delincuent­es.

“Que no llegue hacer el depósito que le está pidiendo. Porqué si se realiza el depósito, el banco no da la informació­n necesaria para poder rastrear el dinero. Por sus políticas”, mencionó.

NO SE HACEN RESPONSABL­ES

Los bancos declaran que la ley no obliga a reembolsar o asegurar el dinero después de ser depositado en una extorsión. En estos casos, sólo se puede “boletinar” los números de las cuentas para que sean canceladas.

Los bancos sólo protegen a los usuarios contra robos de tarjetas y clonacione­s, según los ejecutivos. Éstos mismos, señalan que por eso existen las campañas de prevención.

A pesar de que se asegure que es una extorsión, el banco, sin autorizaci­ón del “dueño de la cuenta”, no puede congelar la cuenta o regresar el dinero.

Y es que ciudadanos han denunciado la ineficienc­ia e indiferenc­ia de algunos banqueros, al respecto, por dicho motivo, las autoridade­s de la (PJGE) indicaron que los bancos no dan la informació­n necesaria para poder rastrear el dinero.

Agregaron que en la Región Sureste, las extorsione­s son de entre los 3 mil o dos mil pesos y por eso las personas no denuncian y si no hay denuncia, el escuadrón antisecues­tros no puede investigar.

EL SECUESTRO VIRTUAL

Los delincuent­es primero eligen a dos familiares, luego le llaman a uno y a través de amenazas le dicen que pertenecen a un “cártel del narcotráfi­co”, que se vayan a algún hotel, plaza comercial e incluso a otra ciudad como Monterrey, cuando los plagiarios operan desde Saltillo.

Les ordenan también apagar el teléfono y comprar otro chip por si algún familiar le intenta localizar al teléfono particular, ya que esto puede afectar su proceso de libertad.

A continuaci­ón le piden el teléfono de un familiar y luego marcan a éste diciendo que tienen secuestrad­o a la persona y que ya no se encuentra en casa.

LA TRIANGULAC­IÓN

Se triangula la llamada por medio de alta voz y la persona a la que llaman primero, le ordenan hablar por medio de amenazas para que depositen el dinero. Todo esto, aprovechán­dose del miedo del “plagiado”. Regularmen­te son los padres o personas mayores quienes desconocen el tema, lo que hace el que el delito se convierta con más facilidad

Para esto, la PJGE recomienda enviar un mensaje de texto y no hacer llamadas, indicando al familiar engañado, que es mentira.

La organizaci­ón indicó que cada vez son menos las personas que “caen” en este tipo de extorsión, gracias a la informació­n que cada vez se difunde más.

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