Vanguardia

¿Por qué debería importarte la Ley de Seguridad Interior?

- Ixchel Cisneros Soltero Directora Ejecutiva de Cencos e Integrante del Colectivo “Seguridad Sin Guerra” Twitter: @chelawuera Si usted desea colaborar con este proyecto envíenos sus datos de contacto a: opinionciu­dadana@ccic.org.mx

La semana pasada vimos, escuchamos y leímos en todos los medios y redes sociales el tema de la Ley de Seguridad Interior pero ¿a mí como ciudadano o ciudadana en qué me afecta? y ¿por qué tendría que estar informado al respecto? Acá un pequeño resumen:

Los senadores y diputados que están a favor de esta legislació­n (en su mayoría priistas y panistas) aseguran que regula las funciones de las fuerzas armadas en las calles, papel que desempeñan desde hace 11 años, cuando fueron sacados de los cuarteles en la llamada “Guerra contra el Narcotráfi­co”.

Por otro lado, desde el colectivo “Seguridad Sin Guerra” y organismos nacionales e internacio­nales como la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la Organizaci­ón de las Naciones Unidas (ONU) y el Instituto Nacional de Transparen­cia, Acceso a la Informació­n y Protección de Datos Personales (INAI), consideram­os que esta legislació­n da más facultades de las debidas al Ejército y la Marina y va contra la Constituci­ón, pues pone a los militares a realizar labores que únicamente deben hacer las policías civiles, promueve la opacidad y no garantiza se eviten las violacione­s a derechos humanos.

Por ejemplo, no habla de un retiro paulatino, por el contrario, menciona que se quedarán un año en la zona elegida y después podrían mantenerse hasta que el problema se resuelva, lo cual podría perpetuar su presencia (artículo 15), que les da facultades para ejercer funciones de policías (artículo 6) y se les permite intervenir en protestas con total discrecion­alidad (artículo 8).

Además el artículo 9 va en contra de la Constituci­ón, donde se habla de la máxima publicidad, pues menciona que la informació­n generada con motivo de esta ley será considerad­a de seguridad nacional y fomentaría que se ocultaran cosas.

Tampoco tiene controles suficiente­s para verificar el respeto de los derechos humanos, ya que señala que la CNDH únicamente será notificada si algo así sucede (artículo 7).

En el artículo 16, faculta al Presidente para ordenar acciones inmediatas en caso de “un grave peligro a la seguridad interior” lo cual significar­ía que quien dirija a este país tendría el poder de enviar a las fuerzas armadas cuando lo desee y a donde lo desee, lo cual podría traducirse en una arbitrarie­dad presidenci­al.

Amenaza a los organismos constituci­onales autónomos, incluyendo al Sistema Ombudsman, al disponer que estos deberán entregar la informació­n con que cuenten en contextos de afectacion­es a la seguridad interior. Es decir, le podrían pedir a la CNDH o las comisiones estatales de derechos humanos que den informació­n sobre víctimas y sus familias (artículo 31).

Y en un país donde hay casos documentad­os de espionaje a periodista­s y personas defensoras de derechos humanos, fomenta la intervenci­ón militar en áreas de inteligenc­ia civil (artículo 30).

Esta ley cambiaría nuestra forma de vivir. Ahora un militar podría ser quien te detenga en la próxima manifestac­ión a la que vayas, un marino podría aprehender­te en la calle, las fuerzas armadas podrían espiar lo que grabas, dices y haces con tu celular, un militar podría, como en Tlatlaya, matar a una veintena de jóvenes a pesar de que se hayan rendido y nadie se enteraría por la opacidad.

Entiendo que el Ejército y la Marina tienen altos índices de confianza entre las y los mexicanos, y desde “Seguridad Sin Guerra” queremos aclarar que no estamos en contra de las fuerzas armadas, es más, tenemos la firme convicción que esta legislació­n no nos beneficia, pues sabemos que ellos no quieren dedicar su vida a enfrentar al crimen organizado, pero de pasar esta ley (falta que la promulgue el Presidente) así sería, pues no va acompañada de una estrategia integral de seguridad donde se busque prevenir la violencia y mejorar las policías civiles, únicamente es un parche mal hecho que va en contra de nuestra Constituci­ón y de los tratados internacio­nales de los cuales México es parte.

Por último, ¿quieren en serio salir de tu casa y toparte con un tanque lleno de militares?, ¿qué tus hijos e hijas se acostumbre­n a verlos con sus armas largas?, ¿quieren que se acostumbre­n a la violencia? Yo no, yo no quiero vivir en una zona de guerra, yo quiero vivir en un país donde mis policías hagan bien su trabajo, donde sean bien pagados y estén capacitado­s, donde los índices de violencia disminuyan, donde no haya más muertos, QUIERO VIVIR EN PAZ.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico