Nuevas reglas: malabarismo político
Una vez concluido el simulacro anual de buena voluntad y armonía propio de la época navideña, y mientras algunos de nosotros ponemos el resto de las esperanzas en Los Tres Reyes Magos (que ni eran tres, ni eran reyes, ni eran magos), porque el rollizo personaje al que llaman Santa Claus dejo nuestros mensajes “en visto” y ni pa’ carbón nos alcanzó, podemos abordar temas bastante más terrenales; al menos hasta la víspera del nuevo año, en la que no pocos barrerán con emoción su casa y saldrán con maletas vacías; o mejor aún, usaran ropa interior de colores tan diversos como los deseos que corresponden a un nuevo comienzo.
Aquí en la patria chica, algunos de nuestros políticos ponen las barbas a remojar porque esperan que el año que pronto comenzará traiga consigo la ansiada reelección. Indudablemente estamos hablando de las alcaldesas y alcaldes electos, quienes al iniciar el 2018 rendirán protesta ante las y los ciudadanos que los eligieron para desempeñar el cargo por un año. Al respecto, debemos recordar que la reforma constitucional en materia electoral del 2014, introdujo uno de los cambios de mayor relevancia al sistema político mexicano: sustituyó el principio de no reelección consecutiva, por la posibilidad de que los diputados (locales y federales), senadores de la República y miembros de los ayuntamientos puedan repetir en el encargo, una vez que se sometan de nuevo a la ratificación del respetable.
Por su parte, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver la acción de inconstitucionalidad 50/2017 promovida por Morena en contra de la validez de algunas disposiciones de la Constitución y ordenamientos electorales del estado de Yucatán, abrió la puerta para que aquellos que busquen la reelección no se vean obligados a solicitar licencia para separarse del cargo. Dicho de otra forma, aquí en Coahuila, el año entrante podremos ver a alcaldesas y alcaldes que en ratitos desempeñarán las funciones propias de su encargo y en ratitos harán campaña para conseguir, de nueva cuenta, el respaldo del electorado para ser reelectos ahora por un periodo de tres años.
Si bien, el mencionado formato de campañas políticas es novedoso en nuestro País, para las democracias más avanzadas éste es una realidad desde hace ya muchos años. En todo caso, el riesgo estriba en la posibilidad de que los recursos públicos, sean humanos, económicos o materiales, se pongan al servicio de las referidas campañas. Al respecto, el Instituto Electoral de Coahuila se puso a hacer la tarea y antes de que otra cosa suceda, las y los consejeros comandados por la abogada Gabriela de León, acordaron las reglas y candados que permitirán a los aspirantes a la reelección desarrollar las acciones de proselitismo dentro del margen que les impone el nuevo esquema electoral.
En principio de cuentas, las y los presidentes municipales que permanezcan en su cargo y busquen ser reelectos podrán realizar actos de precampaña y campaña exclusivamente en días y horas no laborables. Es decir, apenas lleguen a sus oficinas el primer día de enero, las jefas y jefes de las comunas coahuilenses deberán especificar el horario oficial de la presidencia e informarlo de inmediato al IEC. Obviamente quedará estrictamente prohibido el uso de recursos públicos para la realización de precampañas y campañas; así como disponer del personal que se encuentre en nómina del ayuntamiento para la realización de actividades de proselitismo en horas laborales o en horario pagado con recursos del ayuntamiento.
Aquí en confianza, en este nuevo escenario donde las alcaldesas y alcaldes electos pueden desempeñar funciones y a la vez buscar la reelección, la línea que separa la legalidad de la ilegalidad es sumamente delgada. Seguramente habrá una lluvia de quejas y denuncias respecto a la actuación de los políticos de marras, quienes deberán conducirse con la mayor pulcritud en el desempeño de su encargo. Mientras tanto, habremos de analizar si las reglas impuestas por el IEC pasan la prueba del ácido y son lo suficientemente sólidas para aguantar una elección que se antoja complicada. Por lo pronto, el año que entra nos asegura un buen espectáculo de malabarismo político. Al tiempo.
@Ivo_garza
Podremos ver a Ediles que en ratitos hagan funciones de su encargo y en ratitos harán campaña