‘Precandidatos banalizan política con cotidianidades’
Cuestionan difusión de fotos y videos con los que, dicen, buscan humanizarse
Quienes los asesoran detrás de los reflectores saben que el electorado se deja llevar por la emoción y el sentido de la vista, más que por planteamientos racionales y estructurados”.
CDMX.- La estrategia de los precandidatos a la Presidencia de difundir en redes sociales fotografías y videos en situaciones cotidianas como cortarse el pelo, llevar al hijo a la escuela o viajar en transporte público puede resultar poco efectiva y banaliza la política y las propuestas, consideran especialistas.
Explican que los políticos buscan humanizarse frente a la ciudadanía, mostrarse cercanos al votante e incidir en sus emociones. Con este objetivo en mente, es común que recurran a su familia.
Con todo y que la comunicación emocional es un arma para las campañas, Arturo Salcedo, maestro en imagen pública, afirma que los políticos que publicitan sus actividades cotidianas representan “la banalización de la política”.
Agregó que los asesores saben que los ciudadanos se dejan llevar por las emociones y dejan de lado la racionalidad.
Plantea que la estrategia difícilmente
Arturo Salcedo, académico de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán.
será efectiva, especialmente si los cibernautas cuestionan la autenticidad de lo que comparten los precandidatos.
Andrés Manuel López Obrador subió este sábado un video cantándole las mañanitas a su esposa y días antes compartió una fotografía en la peluquería.
Ricardo Anaya publicó el 9 de enero una imagen en la que aparece junto a Mateo, su hijo. También se han difundido fotografías de la esposa de José Antonio Meade en el supermercado o del aspirante del tricolor en el museo.
Anna Laura Montiel, directora de la empresa Comunicación e Imagen, coincide en que si falta naturalidad en el mensaje, el ciudadano opondrá resistencia: “El electorado ya no es tan persuadible”, remata.
Sin embargo, la consultora no ve mal que los medios publiquen estos mensajes, afirmando que la mayor parte de la audiencia no tienen el tiempo para evaluar grandes cantidades de información.