CRÓNICA DE UNA MÚSICA FRESA EN TONO METÁLICO
hay que decirlo en la ciudad el tono principal es el gris las calles y los periféricos son como lombrices mecánicas
retorciéndose en el lomo de un dinosaurio de concreto pronto será de noche suspendida la luna las pequeñas cosas grandes en algún momento la rutina aquí el motivo es una mujer con algunos gustos horribles una afición por las canciones de juan gabriel y
rocío dúrcal por ejemplo eso sería suficiente para morir desanimado con este fondo musical nada más depresivo que plantearse problemas existenciales la introspección en todo caso el brandy nada de signos suspensivos posiblemente este asunto quedara ahí juan gabriel cantando “hazlo por quien más quieras tú
yo quiero ver de nuevo luz” y la luna de teflón la luna redonda en su sitio las calles ampliando ese sonido el chicle la manzana el almíbar pero miré su vestido 3/4 levantado y dije qué piernas remitiéndome a ese cursi anuncio de pantimedias ella se veía hermosa abriéndose como si fuera un dibujo porno en tercera dimensión dejé todo en eso consistía entre otras cosas la resistencia a mi manera ella respirando suavemente como si cantara el otro lado
de esa música que le gusta ella el perfume de concavidades y guantes afelpados corazones de fuego que se tragan vivos a los pájaros toqué su seno izquierdo y una descarga eléctrica rozó mi estómago me sentí torpe (para el punto de vista de un director
de telenovelas) la acomodé en el borde de la cama en una posición que los obreros dirían de a perrito y los moralistas de a contranatura pero en realidad lo que hacíamos era un acto travesti no éramos ni ella ni yo sino dos pájaros que vagaban libres placenteramente continuamos avanzando
yo me sentía como un moisés urbano levantando un puente en la ciudad