FALTA DE TRANSPORTE DEJA SIN CLASES A 23 EJIDOS DE SALTILLO
Campesinos exigen que al menos un camión brinde el servicio para llevar a 180 alumnos en 286 kilómetros, con tramos de terracería por la carretera a Zacatecas, a la Secundaria Técnica No. 16 ‘Eulalio Gutiérrez Treviño’. Aún sin solución de fondo y con tod
Hay más de veinte cuerpos protestando, exigiendo justicia en medio de la carretera a Zacatecas. Están conscientes del peligro de que los atropellen o de que los metan a la cárcel, pero les importa más que sus hijos tengan acceso a la educación. Los tráilers y autobuses se frenan bruscamente al ver a un montón de campesinos, amas de casa y gente de la tercera edad que ponen algunos árboles secos en el kilómetro 78 de la carretera Saltillozacatecas, defendiendo a su manera el artículo 3° de la Constitución. No les importan las mentadas de madre. Luchan para que se cumplan las leyes, esas que aunque no pueden leer, saben que los protegen.
Parece que rezaran en silencio: “Nadie te hará daño nunca, hijo. Estoy aquí para protegerte. Por eso nací antes que tú y mis huesos se endurecieron antes que los tuyos”, un fragmento del cuento “El Hombre”, de Juan Rulfo.
Nadie entiende lo que cala un día sin clases, una semana sin ir a la escuela o un mes sin cargar la mochila como un analfabeto. Vivir en un mundo de signos indescifrables o saber sólo escribir su nombre, es un futuro que don Daniel no quiere para sus hijos ni vecinos. “Se sufre mucho” y prefiere omitir los detalles… Como él, gran parte de los padres de familia de la Secundaria Técnica No. 16 “Eulalio Gutiérrez Treviño” tiene estudios de primaria y secundaria truncos. La actividad económica principal del ejido San Juan del Retiro y circundantes es la agricultura y ganadería. El trabajo de la lechuguilla les ha destruido las manos de a poco, pero no la esperanza.
Por eso decidieron este jueves 11 de enero detener durante dos horas el tráfico de la carretera a Zacatecas. Después de una junta donde no veían clara la respuesta de las autoridades y pese a que los maestros y directivos ofrecieron seguir las vías del diálogo y la gestión, decidieron tomar acciones de otro calibre.
“Los traileros estaban bien bravos, les dolían mucho dos horas de retraso, ya querían echarnos los muebles encima. Si a ellos eso les molesta, imagínese a nosotros los días que llevan sin venir a la escuela los chamacos, los que ya se gradúan, los que van a prepa la van a ver muy difícil”, confiesa Guadalupe, madre de familia.
“Total, lo único que les voy a dejar cuando me vaya va a ser su estudio”. En ese momento
en la carretera, frente a insultos y con miedo, dice, sólo pensaba en los diplomas de aprovechamiento que su hija ha obtenido con gran sacrificio, desvelos y limitaciones.
Ella es originaria de una de estas comunidades donde luchan todos los días contra la falta de pavimento, agua potable, electricidad, señal telefónica, internet y gasolina (la estación de carga más cercana se encuentra hasta el estado de Zacatecas). Ahí la gente tiene bien claro que su prioridad es la educación, coinciden todos los
padres entrevistados por Semanario: la falta de educación es la única carencia inadmisible.
Después de estas acciones, la Secretaría de Educación del Estado de Coahuila (SEDU) lanzó un comunicado donde se establecía lo siguiente: “Padres de familia y estudiantes de la Secundaria Técnica Número 16 de la comunidad del San Juan del Retiro fueron atendidos por personal de la Secretaría de Educación del Estado de Coahuila para dar solución a la necesidad de mantenimiento de los camiones
Total, lo único que les voy a dejar cuando me vaya va a ser su estudio”. GUADALUPE, madre de familia. Se hizo la tormenta perfecta: fin de año, Navidad, cambios de administración estatal y local”.
ROSA,
madre de familia.
del transporte escolar que brinda servicio por parte de la Administración estatal luego de que sufrieran desperfecto a inicios de la semana”. Además, se compromete a la reparación de las tres unidades al servicio de esa comunidad en un lapso de entre 10 y 20 días, acordando que durante este tiempo se apoyará a los estudiantes a fin de que no pierdan sus clases.
El problema, insistían los padres para medios de comunicación y sociedad en general, era que desde el 29 de noviembre, los tres camiones que tiene a su disposición el plantel quedaron sin uso y fue imposible alcanzar la cobertura que se brinda a 23 ejidos, en total una ruta de 286 kilómetros diarios con tramos de terracería, inaccesibles para automóviles comunes. Y que de recorrerlos a pie se tardarían tres horas o más en llegar al destino, lo que supondría despertar entre tres y cuatro de la mañana, a según de las distancias.
“Claro que podíamos mandarlos caminando”, mencionaron algunos padres de familia de los ejidos “cercanos”. El más próximo le hace honor a su nombre: San Juan del Retiro, pues su conexión a la escuela es una solitaria senda de tierra de 2 kilómetros, donde los riesgos van desde las espinas de los xoconostles y saltar un guarda ganado hasta la presencia constante de víboras de cascabel.
“Nosotros estamos en la gloria”, reiteran los habitantes de este ejido, “porque el acceso es fácil”, dicen estas personas con espíritu todo terreno. La razón de no enviar a sus hijos a la escuela es solidarizarse y presionar a las autoridades a que reaccionen y apoyar a aquellos que tienen esos riesgos multiplicados por hasta 40 kilómetros en la comunidad más alejada como el Colorado.
EL PROBLEMA DEL TRANSPORTE
Jaime Faz ha conseguido convertirse con los años en un líder práctico aquí donde la ley parece no llegar. Lo eligieron, dicen los padres, porque tiene palabra. Cuando se decidió a nivel colectivo cerrar la carretera, este hombre mayor que tiene los ojos buenos y la tristeza larga recibió incluso amenazas de golpes por parte de los automovilistas. Pero se "discutió", comentan los habitantes al quedarse a dar la cara en el asfalto por su causa evitando que alguien dañara a las mujeres y niños que exigían justicia.
Al hablar con el también presidente de la junta de padres de familia, recalcó que van a seguir presionando hasta que no vean una respuesta completa de las au-
toridades, pues los arreglos temporales y las composturas son acciones meramente paliativas que no hacen un gran cambio para la comunidad.
Pese a que ya no se dan becas de transporte, hay un sistema de condonación temporal, que ha llevado a la escuela a contraer deudas para pagar diésel y mantenimiento. Diariamente los alumnos de las comunidades más alejadas pagan 15 pesos por alumno.
Un gasto que al año, considerando un calendario de 185 días de clases equivale a 2 mil 775 pesos. Tomando en cuenta el salario mínimo diario 88.36 pesos, que considera la ley, este costo supondría el 15 por ciento del ingreso sólo para el transporte de un hijo. Los números son maneras elegantes de decir que en realidad a esta gente que depende de las cosechas, del trabajo manual y de las ayudas y fomento al campo, sencillamente, no le alcanza.
Algunos confiesan que han pedido prestado o incluso dejan de comer, a veces no hay para tortillas por mandarlos a la escuela. ¿Qué les llena el estómago? El orgullo de ver que sus hijos se esfuerzan por ser alguien en la vida.
LA TORMENTA PERFECTA
Los padres, que dicen desconocer a fondo el artículo 3° y la Ley General de Educación, asumen que su responsabilidad es llevar a sus hijos a la escuela, pero manifiestan no tener los recursos. Además ponen como ejemplo otros municipios de Coahuila donde es el Gobierno local el que se encarga de proveer el transporte y el chofer. Declararon que incluso en otros planteles tienen camiones para eventos sociales y deportivos. Esta situación pone en alerta a la capital del Estado, pues aquí el financiamiento corre a cargo de los padres.
Comparan las soluciones propuestas: arreglo de los camiones y donación de llantas son como darle una pomada a una pierna rota, por lo que, argumentan, es necesario un sistema de subsidio o becas para los estudiantes.
“Sabemos que aquí se hizo la tormenta perfecta: fin de año, Navidad, los cambios de administración estatal y local. Estábamos en el limbo, pero confiamos en que las personas que van llegando se acerquen, conozcan la problemática y nos ofrezcan una solución”, recalca la señora Rosa.
Las condiciones específicas del contexto y la tardía respuesta a las necesidades que se enfrentan estos habitantes