Ildefonso olvida aplicar política espejo
Eso de ir a cada ronda de negociación con “la cola entre las patas”, aceptando condiciones en contra de los intereses de México y atender más a la amenaza: si no logran un acuerdo para el 5 de junio de 2017, ¡EU aplicaría aranceles a la alza para el azúcar mexicana! Con tal de no perder el acceso a libre mercado estadounidense, México está demostrando debilidad extrema al aceptar más condiciones y afectaciones para el mercado nacional. El negociador y secretario de economía, Ildefonso Guajardo acató los “deseos” de Washington y sus aplastantes condiciones: mandar más azúcar de menor calidad que antes, lo que reduce el valor agregado nacional.
Mejor que no se negocie el TLCAN hasta que entre un nuevo Presidente de la República, porque se está aceptando pactar en contra de los productores mexicanos, en contra de los intereses de México. Dice Víctor Suarez, director de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de los Productos del Campo (ANEC) que los negociadores han dicho sí, a toda acotación de nuestras exportaciones.
Enrique Bojorquez presidente y director general de “Sucroliq”, empresa dedicada a la refinación de azúcar líquida, fue enfático al calificar de “opaco” a Ildefonso Guajardo, que se ha ceñido a los lineamientos de los norteamericanos cuando ya debería estar aplicando, política espejo, contra la fructuosa estadounidense, que además importamos, y afecta bastante a los azucareros. Añadió que se pierde el balance cuando nada más se toca el tema de azúcar dejando de lado la fructuosa.
Alfonso Ramírez Cuellar, de ‘El Barzón’, que encabeza un proyecto de unidad de organización en el campo, expresó que el nuevo pacto azucarero es el resultado de que los negociadores mexicanos cayeron en la trampa estadounidense: amenazar con imponer más aranceles. Es una maniobra que se repite en cada ronda y caen en la misma trampa una y otra vez.
Estados Unidos no puso los temas más críticos sobre la mesa, hasta la quinta ronda, para que el “tic-tac” funcionara, porque había previsto que detonaría en más presión y “prisa mexicana” por terminar, eso sí, dentro del TLCAN. Como Guajardo tiene trato directo con Peña Nieto, deja de lado o calla temas torales para el presente y futuro de los mexicanos.
¿Cuánto nos están costando los negociadores?—no obstante haber expertos—, ¿de qué sirven? si su visión, análisis profesional de pros y contras, planteamiento de factores y variables a neutralizar, objeciones en cuanto a riesgos —bien sustentadas— son ignoradas porque la prioridad de Ildefonso Guajardo es ser el fiel guarura de Peña, mientras avienta con descuido a la ruleta tramposa, todos los activos de este País? Con esos “Masiosares” habría que pensar en cantar un nuevo Himno Nacional.
¡Decídete a ser feliz hoy!