UNA LEYENDA HECHA TROFEO
Ganar no solo es un pensamiento, sino es todo en lo que hay que pensar” . Ganar no lo es todo, es lo único”. Lograríamos muchas más cosas si no pensáramos que es imposible”.
El trofeo Vince Lombardi es la tan deseada presea que se entrega cada año al equipo ganador del campeonato de la NFL, en la final llamada desde 1967: Super Bowl. Originalmente, antes de ese año, cuando aún no se le conocía al importante partido como Super Bowl, a la final del campeonato se le llamaba “World Championship Game” (Partido de Campeonato Mundial de la AFLNFL), al trofeo que era entregado al campeón se le conocía como “World Championship Game Trophy” (Trofeo del partido por el Campeonato Mundial). El primer Super Bowl se jugó el 15 de enero de 1967, donde los Packers de Green Bay se convertiría en el primer ganador de la historia, derrotando a los Chiefs 35-10, al siguiente año alcanzarían el Bicampeonato, ganándole a los Raiders por 33-14. En 1970 el trofeo cambió de nombre para conmemorar al legadario entrenador de los Packers, Vince Lombardi, actor intelectual de los dos títulos del equipo, en los dos primeros Super Bowl. El entrenador falleció ese mismo año tras perder una dura batalla contra el cáncer. Ese mismo año la NFL anunció el cambio de nombre para el trofeo entregado en cada Super Bowl, pues querían volver inmortal a una leyenda, desde entonces se le conoce como “Trofeo Vince Lombardi”.
El trofeo del Super Bowl tiene la forma de un balón de futbol americano de tamaño real, en posición inclinada, como si estuviera a punto de ser pateado. Está hecho de 3.2 kilos de plata, y después del partido se le graba el nombre del ganador, año y edición del Super Bowl. Se estima que cada trofeo vale alrededor de 25 mil dólares y su fabricación está a cargo de la empresa joyera Tiffany & Co. Aunque para muchos muchos equipos el tener uno de estos en sus vitrinas es invaluable.
Antes del Super Bowl XXX, el Vince Lombardi era entregado en los vestidores al equipo ganador, desde entonces se otorga a los campeones en el terreno de juego, inmediatamente después de que concluye el partido, en una emotiva ceremonia frente al público presente.