Primeras planas
La elección panista en San Pedro y las denuncias del Gobierno de Chihuahua toman primera plana. La razón es clara: la democracia y el respeto al voto están en grave peligro y arrastran con ellas la autonomía municipal y el pacto federal. Actuamos o nos quedaremos sin País.
Es increíble cómo el PAN dejó ir una oportunidad histórica para consolidarse como el partido más importante del País durante 2000-2012. Quizá porque a Fox no supo rehacer el partido. Pero sin duda alguna, Calderón y otros “dueños del PAN” le cobraron caro su intento y de paso le clavaron el puñal a los sueños de Gómez Morín.
El resultado está a la vista: El panismo es más fuerte afuera que adentro del PAN. El padrón nacional solamente tiene doscientos ochenta mil miembros, una insignificancia. Pero, tan solo en Nuevo León hubo fácilmente cuatrocientos mil panistas no miembros que impulsamos y votamos por “El Bronco”, para darle una fuerte lección a los dirigentes. Los votantes “panistas sin partido”, quizá somos la fuerza electoral más importante y posiblemente la de mayor madurez cívica del País.
Como decía mi compadre Alfredo Corella, verdadero prócer panista regio, yo soy panista aún expulsado o renunciado del PAN. Es correcto, muchos no nos sentimos debidamente representados. La razón: es que el PAN (partido) se ha alejado de sus ideales fundacionales.
La sucesión en San Pedro en primera plana nos ha permitido asomarnos al potencial democrático del PAN. El gran Mauricio, tres veces y media alcalde (Ugo Ruiz fue su “tenmeaquí”), no se atrevió a someterse a una convención. Hoy, Mauricio no puede quejarse de los líderes. El perteneció a las cúpulas que mangonearon al partido durante cuatro décadas —hasta principios de los noventas—. Los pragmáticos de hoy se aferran a los métodos que ellos sufrieron.
Mauricio dejó de ser panista. Su vanidad engendró un Porfirio Díaz interior. Ningún priista ha estado de alcalde tres veces. (El de Linares es panista). Yo publiqué una carta diciéndole ya basta a Maurico. Se convenció solo porque el PAN nacional ordenó convención. Él solito abolló su corona.
El “ser panista” lo encarna Javier Corral Jurado, gobernador de Chihuahua. Le ha bastado un año de gobierno, para ocupar la primera plana al poner en jaque a toda la corrupta delincuencia organizada que se posesionó de Los Pinos. Muchos gobernadores tuvieron la oportunidad… y nada.
Corral no se dejó arrastrar, ni intimidar por la corrupción institucionalizada que ahogó, amenazó o se impuso a otros gobernadores. A mi tocayo tampoco le tembló la mano para meter a la cárcel a un personaje clave de la estructura priista, no por priista sino por corrupto. Y vaya que se armó la pelotera.
Corral le abrió un boquete al “Pritanic” y lo acusaron de todo. Sin embargo, su caravana de protesta, hoy de paso por Monterrey, seguirá hasta que los descarados gobernantes cumplan con su deber, o hasta que llegue a “La Capital del Imperio” y haga primeras planas en todos los periódicos y noticieros del planeta.
Esta lucha por recuperar una mínima democracia en México cobrará importancia internancional porque el mundo se había creido la propaganda Peñista de las reformas estructurales. La realidad dista mucho.
Regreso a la frase que creíamos archivada. Si te roban tu voto es por que vale. Todos los mexicanos podemos contar con Javier Corral Jurado, como el Pancho Villa —renovado, leído y civilizado— que necesitamos para empezar a reconstruir el sueño por una patria ordenada y generosa, con libertad y justicia.
Bienvenido Javier Corral y toda la caravana de apoyo a Chihuahua. Admiramos el valor de su planteamiento y la valentía de su acción. lucharemos juntos por el País que queremos heredar a nuestros hijos y nietos. Solidarios con Chihuahua de todo corazón, tope donde tenga que topar esto. Cero tolerancia a los corruptos en el poder.