ENORME CANTINA LA PRESA PALO BLANCO
Gran cantidad de envases de cerveza tirados en el piso es el panorama que ofrece el lugar que alguna vez fue considerado como lugar turístico
En la zona ubicada en el kilómetro 24 de la carretera Antigua a Monclova, decenas de familias visitan de manera periódica la presa Palo Blanco, que por la falta de mantenimiento, y ausencia de conciencia ecológica de los visitantes luce en pésimas condiciones.
Varias familias utilizan la Presa Palo Blanco como zona de recreación, aunque ese lugar también ha sido convertido en enorme basurero y a pesar de que se muestran logos del Gobierno del Estado en las instalaciones de vigilancia, la Secretaria de Gobierno de Coahuila indicó que el mantenimiento, vigilancia y administración le corresponden al Gobierno Federal.
Al llegar al lugar lo primero que llama la atención es el enorme número de envases de cerveza tirados en el piso, lo que deja entrever que el sitio es convertido en una “cantina” al aire libre por los visitantes.
Desde el inicio de su construcción se presentaron irregularidades en el proyecto, así como en los permisos emitidos por la Comisión Nacional del Agua.
Incluso la Conagua en años anteriores recomendó su demolición por el peligro que presuntamente representa.
En su construcción se invirtieron 18 millones de pesos, durante la administración del exgobernador Enrique Martínez, ahora embajador de México ante Cuba.
La presa tiene una capacidad de un millón 270 mil metros cúbicos de agua y fue diseñada para ser un destino turístico y para proveer de agua a los ejidos cercanos.
Durante su administración, Humberto Moreira buscó fincar responsabilidades por las fallas detectadas en la construcción de la presa. El 7 de marzo de 2003 se anunció la obra por 12.5 millones de pesos, se aseguró que se entregaría el 2 de septiembre de 2003.
La realidad es que la obra comenzó hasta agosto de 2004 y se entregó el 21 de febrero de 2005, con un costo final de 18 millones de pesos.
Además, la presa fue cimentada sobre un sistema de fallas geológicas, con una cortina más delgada de la exigida, bajo un permiso sólo de “palabra” por parte de la Conagua.
El volumen de material de la cortina debió ser de 75 mil 409.31 metros cúbicos, pero el volumen que realmente se entregó fue de 60 mil 212.98 metros, es decir que había un faltante de lo que se entregó contra el proyecto de 15 mil 196.33 metros cúbicos.
En 2008 la Conagua ordenó su demolición.
A 10 años de la decisión, la presa sigue de pie.