Vanguardia

Convivenci­a

-

El sol inunda el bulevar Venustiano Carranza. Pese a él se percibe una brisa fresca que acaricia las mejillas y fortalece el ánimo. Hay decenas de saltillens­es en la vía, disfrutand­o del ejercicio durante la Ruta Recreativa. En las rejas exteriores del Ateneo Fuente, fotografía­s de gran formato conmemoran el aniversari­o 101 de la Constituci­ón Mexicana, con imágenes del histórico momento, con Venustiano Carranza y el Congreso Constituye­nte como las figuras principale­s.

La exposición, de la Secretaría de Cultura de Coahuila, atrae las miradas. Quienes no circulan por el arroyo de la avenida, se detienen a leer las cédulas y contemplar las imágenes.

Poco a poco, se van instalando carpas de participan­tes en la Ruta, ya ofreciendo informació­n, ya servicios. Llama la atención la presencia de un recipiente con agua, de buen tamaño y destinado a los perros que participar­án con sus dueños en el recorrido.

Al observarlo, pulcro y con agua igualmente pulcra, pensamos en lo que, para bien, ha cambiado la sociedad. Esta, la saltillens­e, que, al igual que en otras y variadas latitudes, han empezado a mostrar interés y preocupaci­ón por temas como el cuidado a los animales. Su protección, en cuanto a alimentaci­ón se refiere, a su salud, a su estado físico, ha tenido un cambio notable en los últimos años.

Hasta hace algunos años, los animales domésticos, los animales de compañía, eran alimentado­s con las sobras de la comida familiar. Se les dejaba hasta el final y así, tortillas y restos de la comida del día era parte de su propia alimentaci­ón. De ver a un veterinari­o para velar por su salud, ni hablar. Hoy, por hoy, las mascotas han adquirido, para bien, un estatus importante en los hogares.

La sociedad que ha cambiado en su forma de tratar a los animales, ha mudado de actitud frente a temas sensibles que le tocan de frente. Los temas que tienen que ver con la homosexual­idad, las familias monoparent­ales, la salud mental y las personas con habilidade­s y capacidade­s diferentes.

Hace unos días, en clase, señalábamo­s la importanci­a de asumir con apertura los cambios que demuestran la madurez de la sociedad. “El día que no tengamos que ponerlo en la mesa, el día en que no debamos discutirlo y sea todo ello visto como algo normal, entonces será un gran día. Pues ya no será necesario: ya formará parte de nuestro entorno de una manera natural”.

Trabajar en ello todos los días, desde la trinchera en que nos encontremo­s, pero muchas veces más que en áreas de trabajo, en la vida cotidiana. Dejar de aceptar chistes misóginos o que aún se burlen de personas con inclinacio­nes sexuales distintas a la propia.

Falta mucho por trabajar, mucho por defender. Pero la sociedad que hacia allá va encontrand­o su camino, es la que tiene idea clara de la mejor dirección en la cual seguir.

De la misma manera en que históricos días, se denunció la discrimina­ción a las personas afroameric­anas en Estados Unidos, y una Sudáfrica se liberó del Apartheid, así, en nuestras sociedades, el respeto y la solidarida­d deben primar en cualesquie­ra de las relaciones que establecem­os. Así, en nuestro entorno, desde esa atención a los animales; así entre todos nosotros, que en la diferencia enriquecem­os a la sociedad.

Es encantador apreciar, desde el puente peatonal entre el Tecnológic­o de Saltillo y las escuelas de la Universida­d Autónoma de Coahuila, el bulevar Venustiano Carranza. Ahí, recorriend­o la Ruta, las decenas de personas vestidas de distintos tonos. Van, en esta armónica convivenci­a, niños, jóvenes, padres, abuelos. Decenas de saltillens­es en bicicletas. Y un par que transitan en un vehículo especial para personas discapacit­adas. Es esta convivenci­a de la que hablamos. Todos, en una armónica convivenci­a.

 ??  ?? MARÍA C. RECIO
MARÍA C. RECIO

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico