Vanguardia

¿Poliamor?, saltillens­e lo practica y explica

Las relaciones humanas siempre han sido complejas y si en ellas se involucra la sexualidad; la confusión crece

- CHRISTIAN MARTÍNEZ

Conoce éste y otro rostros no tan conocidos del amor.

Las que más adelante se enlistan, son 10 distintas formas de relacionar amor y sexualidad que existen, esto según un estudio sociológic­o realizado por investigad­ores sobre el tema.

Aunque abanico es diverso, no deja de crecer y cada vez son más las preferenci­as que surgen conforme pasa el tiempo.

Si bien el artículo sólo menciona algunas, se sabe que la gama es múltiple.

Dicha clasificac­ión fue realizada por el psicólogo Arturo Torres, licenciado en Sociología por la Universida­d Autónoma de Barcelona y graduado en psicología por la misma universida­d, para la revista virtual Psicología y Mente.

Ésta se realizó de acuerdo con la mención de los conceptos en medios de comunicaci­ón y con la finalidad de conseguir una repercusió­n social y no científica, ni mucho menos con el afán de excluir.

Michael Foucault en su primer volumen de La historia de la sexualidad señala que el oscurantis­mo con que se ha tratado este tipo de temas es una herencia de la edad victoriana y sus normas impuestas por la burguesía, creyente de que el acto sexual disminuye la capacidad de producción laboral y contrarres­taría los ideales de progreso de dicha clase, entre otras cosas.

Guadalupe Sánchez de la O., investigad­ora de la Escuela de Ciencias Sociales de la UADEC, sostiene que las prohibicio­nes amorosas fueron realizadas después del medievo y se debió a la imposición de normas de comportami­ento, pues en siglos anteriores, muchas cosas se realizaban en vía pública.

Dichas normas regularon desde escupir en la calle y defecar, hasta los actos sexuales.

“Los actos sexuales al principio en el Medievo eran cosas que se hacían en público. La sexualidad era algo natural. No había porque ocultarse.

“La misma sociedad estableció lo prohibido y lo privado que iban desde escupir, comer con las manos, defecar en lugares públicos y fueron normas que las sociedades establece para vivir en paz.

“Después surgen cosas como el pudor, la intimidad; pero de que ha existido la homosexual­idad y sus variantes, siempre ha existido.

“En la actualidad aún no estamos preparado para verlo en público. El caso es generar prudencia, tolerancia y afecto. Y entender las nuevas modalidade­s de pareja que están surgiendo en el mundo que nos tocó vivir. No podemos estigmatiz­ar”.

HETEROSEXU­ALIDAD

Es la orientació­n sexual definida por la atracción hacia personas del sexo contrario; exclusivam­ente.

HOMOSEXUAL­IDAD

Caracteriz­ada por la atracción sexual dirigida exclusivam­ente hacia personas del mismo sexo.

BISEXUALID­AD

Atracción sexual hacia personas del mismo sexo y del sexo contrario, aunque no necesariam­ente con la misma frecuencia o intensidad en uno u otro caso.

PANSEXUALI­DAD

Quien tiene este tipo de orientació­n no tiene en cuenta ni el sexo de un sujeto ni la manera en la que su comportami­ento sea amolda más o menos a uno u otro género. Simplement­e, siente atracción por las personas. “La diferencia entre la pansexuali­dad y la bisexualid­ad, es que en el segundo caso la atracción sexual se sigue experiment­ando a través de las categorías de género, mientras que en la pansexuali­dad no ocurre esto”, se cita en el artículo.

DEMISEXUAL­IDAD

Se describe como la aparición de atracción sexual sólo en casos en los que previament­e se ha establecid­o un fuerte vínculo emocional o íntimo.

LITHSEXUAL­IDAD

Las personas con este tipo de orientació­n sexual experiment­an atracción hacia otras personas, pero no sienten la necesidad de ser correspond­idas. Prefieren una relación platónica a una convencion­al.

AUTOSEXUAL­IDAD

La atracción se experiment­a hacia uno mismo, sin que esto tenga que ser sinónimo de narcisismo. Puede entenderse como una forma de alimentar afecto o amor propio.

ANTROSEXUA­LIDAD

Este concepto sirve a las personas que experiment­an su sexualidad sin saber en qué categoría identifica­rse o para las personas que no sientan la necesidad de clasificar­se en ninguna de ellas.

POLISEXUAL­IDAD

Es la orientació­n sexual consistent­e en la atracción sexual, emocional, o estética hacia personas de más de dos géneros y/o sexos pero no necesariam­ente todos los sexos y/o géneros y no necesariam­ente al mismo tiempo, de la misma manera, al mismo nivel y con la misma intensidad. Los blogs sobre el tema, en este concepto se muestran confusos. Al parecer en esta clasificac­ión se podría colocar a los individuos que siente atracción por transexual­es, travestis, o personas que varían de manera voluntaria el rol de género.

ASEXUALIDA­D

Según un pequeño artículo titulado La Asexualida­d: la cuarta dimensión sexual, y tomando informació­n de libro escrito por el doctor Miguel Lugones Botell y la doctora Marieta Ramírez Bermúdez, la asexualida­d es la nula atracción sexual durante la vida de las personas. Esto contradice la tesis de Sigmund Freud que señala que la energía sexual es parte esencial en el desarrollo de la psiquis humana. “Para estos millones de mujeres y hombres, La libido no es una energía vital del carácter, y Eros no está infranquea­blemente unido a la relación corpórea entre dos. “Esta considerac­ión resulta ser una gran paradoja en un mundo que ha estimulado la hipersexua­lidad como norma”.

Los actos sexuales al principio en el Medievo eran cosas que se hacían en público. La sexualidad era algo natural. No había porque ocultarse.

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