Presidencia imperial 2.0
La presidencia imperial 1.0 fue la resultante de un pacto entre caudillos celebrado en 1929; así nació, se desarrollo y alcanzó su plenitud el PRI. Fue una especie de monarquía sexenal hereditaria. El ejecutivo mexicano poseía poderes semejantes a los de un emperador. Después de 71 años con esa fórmula el sistema había entrado en crisis: estaba dividió y perdió la Presidencia.
Temporalmente cayó el PRI, pero en lugar de dar paso a una democracia cabal –en las personas, procesos e instituciones– ingresamos a una especie de marasmo o estancamiento, fruto del forcejeo constante por el poder. Los “ganadores” acabaron acomodándose y disfrutando de la forma y el fondo del poder de la presidencia imperial, si bien su ejercicio estuvo más acotado. Era preciso ceder y negociar con el pasado autoritario, lo cual degeneró en más corrupción e impunidad que contaminaron a todo un sistema que se creyó curado, y acabó reinventando y fortaleciendo al viejo sistema.
Se abrieron las puertas para que los herederos del pacto de 1929 reconquistaran el poder, pero cinco años después parece que fracasó. Después de cuatro gobiernos divididos, no parece haber forma de alcanzar un pacto de gobernabilidad democrática. Los incentivos para buscar ese pacto no están en la agenda de gobierno, se encuentran en el juego perverso de acumular poder para acumular dinero, con base en un corrupto pacto de impunidad que genera y acumula más poder.
Como repito una y otra vez, el mundo entró a un nueva era, la información ya no está sujeta al control gubernamental. El poder vuelve a diluirse. El PRI ya no puede controlar al país como lo hacía en el pasado. México no es el mismo porque el mundo ya no es el mismo. Los bloques se repliegan en sus cuarteles, con sus leales. El que tiene más seguidores ronda el 30 por ciento del electorado que sí vota.
Estamos atestiguando el nacimiento de la presidencia imperial 2.0 que consiste en el control dividido en bloques de poder, verdaderas mafias de interés llamadas partidos políticos. Su objetivo consiste en acumular poder para generar y conservar riquezas a costa del erario público, a costillas tuyas y mías.
Con ese dinero nuestro pagamos sus representaciones teatrales. Ya terminó la farsa de las precampañas, ya gastamos millones de pesos derrochados en tres coronaciones, “los reyes de la feria” están ahí, en las boletas, sin que la enorme mayoría hayamos sido consultados.
Un dato para contrastar: los precandidatos independientes deben recabar un número de firmas que duplica, triplica y hasta cuadruplica los padrones de los partidos. En estos, en cambio, una cúpula minúscula define las candidaturas.
Alejandro Hope lo dice bien en Twitter @ahope71: “Después de la experiencia de este año, de precandidatos únicos en todos los partidos, habrá que pensar en hacer obligatorias las primarias abiertas en contiendas presidenciales futuras. Tener una coronación a expensas del erario es grotesco. Francamente”.
Dos bloques repiten su conocido modus operandi, eso ya lo sabemos. Pero es más lamentable lo hecho en el PAN. Estas son voces panistas: Rafael Estrada Michel @rafaelestradam: “Acción Nacional nació para desterrar la simulación en la vida pública de México. Llamar “elección” a lo que es una unción estamental es, ahora sí, el final”. Carlos Castillo López, hijo de Castillo Peraza y director de Bien Común, revista de la Fundación Rafael Preciado del PAN. @altanerias “Esto, más que entristecer, es la derrota cultural de una forma de hacer política: incapaz de distinguirse, vacía, encerrada y convencida de su simulación democrática”. “Ese burdo intento de justificar la simulación democrática de hoy con una interpretación parcial, descontextualizada e incompleta de la historia es justamente a lo que se llama posverdad”. Las hordas de la monarquización del PAN repiten la justificación de siempre. “El otro, los otros eran iguales”. Castillo cierra diciendo “Si usted no quiere reconocer que será parte de una simulación, está bien, pero no pervierta el significado de la democracia creyendo que el proceso en el que participará es siquiera cercano a lo que implica y requiere una democracia”. ¿Correrán a Castillo, renunciará a la Fundación Preciado?, el nuevo PAN prohíbe criticar a la cúpula.
En la presidencia imperial 2.0 sólo cuenta la aristocracia partidaria, los ungidos y coronados por sus familias en las que sólo ellos mandan mientras el resto calla y obedece. Quien aspire a una alcaldía, diputación, senaduría o gubernatura debe someterse total y absolutamente. Para ser servidor público se sirve primero a la presidencia imperial. Murió la República Federal, representativa, popular, democrática; nació la Presidencia Imperial 2.0.