Su aporte fue enorme
Robert Koch fue el descubridor de los primeros patógenos microbianos. La Humanidad está en deuda con su legado.
A mediados del siglo XIX la vida humana tenía su límite mucho antes de alcanzar la vejez, ya que en ese entonces no pocas enfermedades eran sinónimo de muerte.
Pero eso iba a cambiar con los descubrimientos del científico alemán Robert Koch, quien a pesar de los pocos recursos con los que contaba, se dedicó al desarrollo de la Microbiología Médica, un campo hasta entonces desconocido en el que alcanzó logros magníficos.
Con descubrimientos tan cruciales como la identificación del microbio que causa la tuberculosis, no sólo se hizo acreedor al Premio Nobel de Fisiología y Medicina, sino también al título de ‘Padre de la Bacteriología’, junto al famoso francés Louis Pasteur, quienes establecieron los postulados para demostrar que los microbios eran los causantes de las enfermedades infecciosas.
En una época en la que las visiones de la ciencia pasaron de ser una afición de laboratorio a una profesión, Robert Koch siempre tuvo muy clara su dedicación al estudio de los microbios, estudios que le llevaron a concluir que las bacterias son necesarias para nuestro cuerpo, pero algunas de ellas son causantes de enfermedades que pueden resultar mortales.
SUS PASIONES
Robert nació en Clausthal (en aquel tiempo parte del Reino de Hannover) el 11 de diciembre de 1843. Fue el tercer hijo de un total de once. Y al igual que su padre, un técnico de minas, siempre manifestó el deseo de viajar, lo que le llevó a conocer lugares entonces remotos de África e India donde estudió enfermedades y epidemias como la malaria y la peste.
Robert fue además un apasionado por la Naturaleza, especialmente por los animales, así que al acabar la escuela, siempre con buenas notas por su dedicación y gusto por el estudio, se matriculó en la Universidad de Göttingen para estudiar la carrera de Medicina. Y fue allí donde se interesó en los microbios.
Siempre como alumno modelo, aprendió que las enfermedades infecciosas son causadas por organismos vivos, como las bacterias, y desde aquel momento se convirtió en amigo inseparable del microscopio.
Después de obtener su título de Médico, se trasladó a Berlín a estudiar Química, y más tarde completó su formación profesional con varias prácticas en el Hospital General de Hamburgo.
Sin embargo, cuando el joven Robert Koch comenzó a ejercer la medicina privada se dio cuenta de que sus conocimientos eran insuficientes e impotentes contra las enfermedades epidémicas que tantas vidas rompían en el camino, así que decidió empezar a estudiar los microbios responsables de ese tipo de enfermedades.
PRIMEROS PASOS
Sus primeros estudios se centraron en el bacilo del carbunco (ántrax), de hecho, fue testigo de una epidemia que arrasó cientos de cabezas de ganado.
En su pequeño laboratorio, Robert Koch realizó diversos experimentos para demostrar que el bacilo del ántrax causaba la enfermedad que infectaba al ganado y que estas bacterias eran capaces de reproducirse incluso sin entrar en contacto directo con el animal que infectaban.
Inventó métodos para extraer las bacterias causantes del ántrax de las muestras de sangre, y luego hacerlas crecer en cultivos puros.
Asimismo, descubrió que mientras que era incapaz de sobrevivir durante periodos largos en el exterior de un ser vivo, el bacilo del ántrax podía crear endosporas que sí podían hacerlo.
Esas endosporas, incrustadas en el suelo, eran la causa de los inexplicables brotes espontáneos de ántrax (ver el artículo adicional titulado ‘Bacterias del suelo’).
Koch publicó sus descubrimientos en 1876 y fue premiado con un trabajo en la Oficina Imperial de Sanidad en Berlín en 1880. Un año después, en 1881, promovió la esterilización de los instrumentos quirúrgicos mediante el calor.
En los ambientes científicos de la época, el descubrimiento de Koch fue realmente una revelación y significó una revolución a partir de ese momento, ya que el médico alemán no disponía, ni mucho menos, de un laboratorio equipado para este tipo de experimentos. Gracias a sus intuiciones, otros estudiosos e investigadores posteriores pudieron seguir sus pasos y profundizar sus estudios. En 1885 fue nombrado ‘Profesor de Higiene’ en la Universidad de Berlín y en 1891 se convirtió en profesor honorario de la Facultad de Medicina. También fue nombrado director del Instituto Prusiano de Enfermedades Infecciosas (aunque renunció al cargo en 1904 el instituto fue renombrado Robert Koch en su honor) .
RIVALIDAD CIENTÍFICA
Robert Koch es más recordado por el descubrimiento de la bacteria responsable de la tuberculosis (ahora conocida como ‘Bacilo de Koch’), pero también identificó la sustancia que actúa como cura de la enfermedad, la tuberculina.
Un influyente biólogo de su época, Rudolf Virchow, se opuso a las investigaciones de Koch al afirmar que las enfermedades eran ocasionadas por el mal funcionamiento de las células del enfermo.
Esta rivalidad científica se mezcló con recelos y envidias sobre las condiciones profesionales y académicas en que habían vivido cada uno de ellos.
Otra conclusión de Koch, completamente probada hoy en día, fue que la tuberculosis humana y la bovina son producidas por gérmenes diferentes, lo que también desató múltiples críticas y gran oposición cuando en 1901 lo dio a conocer en un Congreso Médico Internacional sobre Tuberculosis, celebrado en Londres.
Tres años más tarde se dedicó al estudio de la bacteria Vibrio cholerae (causante del cólera), una enfermedad muy contagiosa y con un elevado porcentaje letal.
PREMIACIONES Y VIAJES
Las conclusiones de Robert Koch en el campo de la epidemiología, allanaron el camino para aumentar el reconocimiento que tuvo a nivel mundial, y que lo llevó en 1905 a recibir el Premio Nobel de Medicina y Fisiología.
Robert Koch realizó viajes a Egipto, Sudáfrica, Rhodesia e India para llevar a cabo experimentos sobre varias enfermedades que afectaban al ganado, y también trabajó mucho con la malaria, una enfermedad relativamente nueva en aquellos años y a la que logró aportar una gran cantidad de información.
Gracias a las investigaciones de Robert Koch, y sobre todo a sus métodos, tanto sus alumnos como sus asistentes descubrieron los organismos responsables de la difteria, el tifus, la neumonía, la gonorrea, la meningitis cerebroespinal, la lepra, la peste pulmonar, el tétanos y la sífilis, entre otros.
A principios de 1910, Robert Koch cayó enfermo y murió en Baden-baden el 27 de mayo de 1910 de un ataque al corazón cuando tenía 66 años.
El legado de Koch al conocimiento de la Microbiología, la Bacteriología y la Epidemiología fueron tan amplios y precisos que aún hoy en día continúan vigentes, tanto en lo que se refiere a sus métodos de investigación como a las pautas que permitieron dominar esas enfermedades.
De hecho, han sido muchos los que gracias a la profesionalización con la que Koch dotó su trabajo, aún siguen interesados en sus métodos de estudio.
KOCH INCLUSO INVENTÓ MÉTODOS PARA EXTRAER LAS BACTERIAS DE LAS MUESTRAS DE SANGRE, Y LUEGO HACERLAS CRECER EN CULTIVOS PUROS PARA ESTUDIARLAS MÁS DE CERCA. Con descubrimientos tan cruciales como la identificación del microbio que causa la tuberculosis, Koch no solo obtuvo el Premio Nobel de Fisiología y Medicina, sino el reconocimiento por establecer los postulados para probar que un determinado microbio es el causante de una enfermedad infecciosa.