UADEC: la confirmación de un problema
Lo que hasta ayer era una hipótesis dejó de serlo para convertirse en certeza tras la confirmación realizada por el oficial Mayor de la Universidad Autónoma de Coahuila, Julián Anzaldúa Gutiérrez: el consumo de drogas dentro de las instalaciones universitarias es un hecho habitual.
Dicho en otras palabras, el caso que ha ocupado espacio en los medios en los últimos días –y que inició como una denuncia de agresión en contra de un estudiante de la Facultad de Jurisprudencia– no es un hecho aislado sino parte de un fenómeno que demanda una respuesta más allá del reconocimiento de que existe un problema.
“Es cada semana, semana y media, dos semanas… detectamos a alguien y lo llevamos a la dirección, y ésta habla con los papás, eso es lo que hacemos”, dijo Anzaldúa al cuestionársele si es frecuente que se detecten casos de consumo de drogas – específicamente mariguana– en las instalaciones de la UADEC.
Pero el tema va mucho más allá: al reconocimiento de la existencia de un problema de farmacodependencia en la Universidad se suma el hecho de que los padres de familia, de los alumnos del Ateneo Fuente, consideran “un peligro” para sus hijos que convivan con los alumnos de las facultades de Jurisprudencia y Ciencias Químicas.
De acuerdo con la información proporcionada, al inicio del presente ciclo escolar se habría efectuado una reunión, entre padres de familia y profesores del Ateneo, en la cual se habría alertado a los primeros sobre los riesgos inherentes al encontrarse en el mismo campus donde ubican las otras dos escuelas mencionadas.
El señalamiento es grave porque –si la preocupación tiene bases sólidas– no solamente se estaría hablando de algunos alumnos de Jurisprudencia y Ciencias Químicas como consumidores de estupefacientes, sino como corruptores de menores de edad al inducirlos a consumir drogas, circunstancia que incluso podría entrañar la comisión de delitos.
Los nuevos datos revelados en torno a este caso vuelven aún más urgente que se diagnostique, con precisión, la magnitud del fenómeno que se registra en la Universidad para que ésta diseñe y ponga en práctica un proceso integral de atención del mismo.
Sobre esto habrá que insistir en el hecho de que, siendo relevante que la máxima casa de estudios de Coahuila padezca un problema de adicciones que no esté siendo atendido, lo realmente grave es que en el fenómeno se encuentren involucrados los alumnos menores de edad de la institución, y que la Universidad pudiera estar fallando en su obligación de protegerles durante el tiempo en el cual se encuentran dentro de sus instalaciones.
Las adicciones, como muchos otros problemas sociales, deben ser atendidas a partir de una política de prevención, pues ésta ha demostrado ser la más eficaz herramienta para evitar la diseminación de las conductas indeseables. Tras las revelaciones, realizadas por el Oficial Mayor de la UADEC, parece claro que la institución está fallando gravemente en dicho rubro.
El tema del consumo de drogas en la Universidad se vuelve urgente ante el riesgo de que estén induciendo a los estudiantes del Ateneo, quienes son menores de edad