Gobernados por el ego
En Estados Unidos el próximo 6 de noviembre de 2018 se renueva un tercio del Senado, toda la Cámara de Representantes y 39 gubernaturas. Todo puede inclinarse en contra del inquilino de la Casa Blanca, gracias a las bombas verbales que lanza para destruir a todo y a todos, incluso desploma a Wall Street, porque el presidente es un terrícola gobernado por su ego. Con ese comportamiento puede lograr que en 2020 un pastel azul dé inicio a los festejos del Partido Demócrata, porque allá sí hay contrapesos efectivos que no permiten que ningún presidente ponga en peligro los intereses de la nación, o juegue a capricho con la Constitución.
Paul Ryan, congresista portavoz de la bancada Republicana, no vacila en dejar en claro una toma de postura que marca una oposición inesperada para recordarle a su gobernante que no es todopoderoso. El pueblo puede tener la certeza de que está representado, no traicionado, por todos aquellos que con su voto llevó al poder.
Rayan fue enfático al decir: “estamos extremadamente preocupados por las consecuencias de una guerra comercial y urgimos a La Casa Blanca que no avance con este plan de alza de aranceles y guerra comercial. La Reforma Fiscal ha dinamizado la economía y no queremos que amenace sus ganancias”. El hoy presidente puede perder la tercera parte del Senado, puede perder a los electores conservadores y 39 gubernaturas.
En nuestro México no hay contrapesos que salvaguarden los intereses de los electores, solo existimos como contribuyentes a exprimir. Es nuestra desgracia que presidentes, gobernados por su ego y codicia insaciable, se han dedicado a desmantelar todas y cada una de las instituciones que fueron creadas para que se cumpla con el mandato constitucional.
Es una desgracia que el “gabinete” de egresados en Harvard entiendan por maestría y doctorado la habilidad de saquear las arcas nacionales, entregar los recursos naturales, desviar recursos, lavar dinero, vivir como magnates y empobrecer a ciudadanos en lugar de impulsar la movilidad social para que los hijos tengan mejores oportunidades y nivel de vida que sus padres, y construir un país con más oportunidades y mejor calidad de vida con paz, seguridad y desarrollo.
Depreciar a la Ética por anhelar pertenecer a una élite que apesta es lo primero que hacen quienes son gobernados por el ego y, además, se rodean de lacayos cobra sueldos que en todo piensan, menos ser verdaderos servidores públicos. Un proyecto de nación sólo se lleva a cabo con hombres y mujeres íntegros, calificados para cada área en el gobierno, comprometidos con su país; gente inteligente con visión de estado.
Los oportunistas, sin brújula que aporte claridad de principios a su vida, se hunden en su pantano de cinismo, frivolidad y vacío existencial. La plenitud no es algo que pueda anidar en sus vidas. La plenitud sólo llega a las personas con la evolución suficiente para tener una trayectoria honorable.
¡Decídete a ser feliz hoy!