¿Ya no hay TLCAN?
El mandato peñanietista termina el 30 de noviembre de 2018. Gracias a Luis Videgaray, titiritero sexenal, el Gobierno mexicano le demostró al entonces candidato a la presidencia estadounidense que podía tratarnos como “tapete de welcome”; así ha sido, y todo ha ido de mal en peor.
Ninguna nación que se respete, a sí misma y a sus ciudadanos, muestra esa falta de dignidad que hemos visto aquí en nuestro País.
Ha pasado medio año del inicio de la rondas de negociaciones, ya Estados Unidos no habla más de TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), que desde hace 15 años había sido un acuerdo de amplios alcances con reglas en el comercio y las inversiones, asociaciones entre: Canadá, Estados Unidos y México, con trato arancelario preferencial para los socios del tratado. Ahora en declaraciones sólo aparece la figura acuerdos bi-la-te-ra-les con un TLC (Tratado de Libre Comercio).
Cuando alguien rompe un acuerdo de tres, para imponer sus condiciones fastidiando de uno en uno, el juego se llama “yo gano siempre, tú pierdes todas”. Las declaraciones de Ildefonso Guajardo son ambiguas y tangenciales. Ahora dice que el Gobierno mexicano no quiere seguir con límites temporales y que negociará “hasta que sea necesario”.
Desde la Cumbre en Davos, Guajardo señaló que la renegociación del acuerdo trilateral debería concluirse antes de julio y “no se puede postergar más”. Pero Wilbur Ross, secretario de Comercio de EU, descartó la urgencia: “No estamos buscando una negociación rápida, estamos buscando una negociación buena...”.
Estados Unidos, personalmente Donald Trump, se propone eliminar los mecanismos de solución de controversias; ya torpedeó a Mabe, una de las industrias mexicanas multinacionales más posicionadas, fabricante de lavadoras, secadoras, refrigeradores, microondas, cocinas, etc.
“México y Canadá están excluidos de los aranceles de acero y aluminio… por ahora”, amenaza el señor.
Lo realmente importante no se ha resuelto, el crecimiento económico sólido está en una sartén para palomitas, basta que mr. T le suba al fuego para que todos los factores de estabilidad empiecen a tronar, su postura “es mi propuesta o nada”.
¡Decídete a ser feliz hoy!
@_A_lfonsina