Gana premio de cuento en Argentina
La fundación argentina El Libro otorgó ayer el Premio Literario anual dedicado al cuento a la obra "Juglares del Bordo" del mexicano Daniel Salinas Basave (Monterrey, 1974), una composición de nueve relatos ambientados en Tijuana.
Salinas Basave recibirá 375 mil pesos argentinos (aproximadamente 18 mil 600 dólares), y la fundación El Libro lo editará y presentará en la próxima Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, que este año llega a su 44 edición.
Daniel Salinas Basave es un escritor y periodista mexicano, autor de "Días de Whisky Malo", "Dispárenme como a Blancornelas" y "Vientos de Santa Ana", entre otros títulos.
Su obra bordea las fronteras entre la literatura y el periodismo, la ficción y la realidad, y retrata la violencia de las ciudades del país. Si bien cada cuento del libro premiado es autónomo, el conjunto narra los últimos días de un diario en papel en la ciudad de Tijuana. Allí vive y trabaja Salinas Basave. Con el puño derecho en alto, agradeció a la Fundación El Libro y se dirigió a la concurrencia como integrantes de la cofradía de la lectura. "El cuento es el género semilla de la literatura", dijo.
El autor mexicano destacó Argentina como un "país de cuentistas", e hizo hincapié en la influencia que tuvieron los barrios de Buenos Aires en su vida, que conoció antes de visitarlos personalmente a través de las novelas de Jorge Luis Borges, Julio Cortázar y Horacio Quiroga.
"Tijuana es una ciudad llena de violencia, el año pasado hubo 1.744 ejecuciones en las calles, eso supone que hubo 5 por día, y ese fue mi día a día como reportero", explicó el periodista y escritor, que añadió que "también está llena de historias humanas".
"Borges es mi tótem", agregó Salinas Basave, que se declaró orgulloso de ganar un premio para libros de cuentos en un país de cuentistas como Argentina. El argentino César Sodero resultó ganador del segundo premio con "Animales", un volumen de cuentos ambientados en la Patagonia. Sodero, autor del libro de cuentos "Sierra Grande", se llevó 75 mil pesos argentinos (unos 3 mil 700 dólares).
El jurado de la segunda edición de estos premios, que valoran los microrrelatos en forma de cuentos, leen las obras sin conocer el nombre real de los autores, que utilizan un pseudónimo para evitar valoraciones personales.