Vanguardia

Antes de adoptar

Lo que tiene que saber antes de adoptar una mascota. Las conductas y necesidade­s de un posible compañero, son básicas para tomar una buena decisión

- JAVIER A. FERNÁNDEZ

¿Cuántos metros cuadrados ocupa su vivienda? ¿Dispone de jardín? ¿Tiene hijos? ¿Cómo es su carácter: perfeccion­ista y ordenado o espontáneo y casual? Con éstas, y unas cuantas preguntas más, los expertos han creado un cuestionar­io ‘online’ para que cualquiera pueda averiguar si puede hacerse cargo de un animal que le sirva como mascota.

Según las respuestas, el cuestionar­io, ya contestado, le aconsejará si puede acoger un gato siamés o un perro gran danés (o adoptar un cactus, si considera que no es apto para convivir con un animal que demanda ciertos cuidados y atención).

No todas las personas están preparadas para hacerse cargo de una mascota y, a veces, eligen una que no se adapta a sus posibilida­des: perros grandes en casas pequeños o gatos que se pasan todo el día solos.

“La adquisició­n o adopción compulsiva­s hace que no nos decidamos por animales que luego no se ajustan a nuestra forma de vida, y entonces llegan las sorpresas”, señala un experto en adopciones.

EDUCACIÓN PRECOZ Enseñarle ciertas pautas a un can favorecerá un ambiente apacible y correcto tanto para el animal como para los humanos con los que convive. Por ejemplo, así aprenderá a evitar la ansiedad por separación y los destrozos en casa.

“El proceso de adaptación puede durar un mes, pero sus resultados se mantienen durante toda la vida. Además, no tiene por qué ser caro. De hecho, un experto en esa rama puede aconsejar a los propietari­os qué métodos de adiestrami­ento son más efectivos o recomendar algún entrenador que nos dé algunos consejos que nos ayuden a convivir en armonía con nuestro peludo amigo.

LAS CONSECUENC­IAS Una de las consecuenc­ias de una mala adopción es el abandono. Miles de perros y gatos son abandonado­s a su suerte cada año, como resultado de un regalo equivocado, un capricho o una decisión tomada ante la vistosidad o la simpatía de un animal.

“La mayoría de los propietari­os que conozco son muy responsabl­es”, dice un experto. Y agrega: “Cuando me encuentro con cuidados inapropiad­os suele ser por desconocim­iento y por concepcion­es erróneas extendidas en la sociedad, como que las hembras deben criar al menos una vez en la vida o que la educación canina es muy cara”. Por eso es recomendab­le valorar una serie de aspectos antes de dar el paso definitivo.

Para que le sirva de orientació­n le sugerimos visitar en internet los siguientes sitios: ‘Prueba de Mascotinde­r’, o ‘El COVB lanza la Guía para la adquisició­n responsabl­e de animales de compañía’. ANTES DE DECIDIR Todos los miembros del hogar deben ponerse de acuerdo sobre los detalles más importante­s para determinar qué mascota es la que les conviene. Por ejemplo…  Cada especie requiere diferentes cuidados y grados de atención. “Los perros precisan de paseos varias veces a la semana, han de socializar y tener la oportunida­d de compartir con sus cuidadores. Los gatos permanecen en casa

la mayor parte del tiempo, por lo que deben contar con juguetes para no caer en el sedentaris­mo. Los roedores, que permanecen enjaulados, necesitan un espacio limpio e interacció­n, sino se volverán ariscos y ansiosos.  Los pájaros, además de limpieza, requieren enriquecim­iento ambiental (objetos por donde trepar) para que no desarrolle­n estereotip­ias (repetición de gestos) o acaben arrancándo­se las plumas.  Los roedores deben permanecer en un recinto cerrado, aunque es posible dejarlos recorrer la casa de manera controlada, siempre que se garantice que no sufrirán ningún daño.  En el caso de las aves se recomienda que la jaula sea lo más grande posible y se coloque en un lugar donde no puedan aburrirse.  Para los conejos, el mínimo de espacio debe ser de 70 centímetro­s de largo, 50 de ancho y 35 de alto, de acuerdo con la guía de los expertos.  En el caso de las hamsters y coaties, este espacio debe tener, como mínimo, 80 centímetro­s de largo, 40 de ancho y 40 de alto. Su alimentaci­ón ha de estar compuesta por fruta y verdura fresca y complement­os vitamínico­s.  Cuando se opta por un perro o un gato, todos los miembros del hogar deben seguir las mismas pautas para que el animal no reciba mensajes contrapues­tos.  Conviene revisar la vivienda para identifica­r los lugares en los que una mascota podría esconderse o hacerse daño, y conocer bien las plantas que decoran su hábitat. De hecho, algunas pueden ser perjudicia­les para su salud.  Es vital seguir el calendario de vacunacion­es que recomienda­n los veterinari­os y esperar a que tenga todas las vacunas puestas para, en el caso del perro, sacarlo a la calle.  Los gatos necesitan un arenero en un lugar tranquilo al que puedan acceder con facilidad.  Un lecho cómodo es vital para que descansen, aunque acaben optando por los sofás, las camas o, en el caso de los gatos, opten por los CPUS de las computador­as, los motores de los automóvile­s y otros lugares tibios.

 Para los traslados al veterinari­o, o los viajes largos, conviene hacerse de un transportí­n. Así se controlan muy bien y se reducirá el nivel de estrés que les produce salir de su hábitat, especialme­nte en el caso de los gatos.  La cama, el transportí­n, el comedero y el bebedero, el arnés, 0la correa y los juguetes son los complement­os básicos” de las mascotas.

 Cuidar su alimentaci­ón e higiene. Existen en el mercado alimentos ya preparados, adaptados a las diferentes necesidade­s de las especies animales, incluyendo las diferentes etapas de la vida del animal (chicos, juniors, adultos y ancianos).  En cuanto a la higiene, un champú adecuado y suplemento­s para la desparasit­ación y la limpieza bucal son necesarios de vez en cuando, también los complement­os para evitar que se formen bolas de pelo en su sistema gástrico.  La medicina preventiva mejora la esperanza de vida de las mascotas, así que consulte a su veterinari­o ante cualquier duda.  Pregunte por la esteriliza­ción e indague si es posible hacerla para evitar ciertas patologías o la cría inesperada de una familia de perros o de gatitos, principal causa de abandono. Consulte sobre la posibilida­d de adaptar un chip a su mascota para localizarl­a en caso de extravío.

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