Representan migrantes su propio Vía Crucis
Los peligros que corre uno (son) secuestros, la muerte, la extorsión, porque a uno lo secuestran; le preguntan de dónde es y si tiene familiares, y si uno dice que no ellos no creen”. Nestor García, hondureño. migrante
GUADALAJARA, JAL.- Migrantes centroamericanos participaron en un viacrucis en Guadalajara, en el que representaron la Pasión de Cristo y recordaron “el calvario” que viven a su paso por México, donde enfrentan peligros y amenazas, además de discriminación.
Acompañados de familias y voluntarios, ayer recorrieron las vías del tren conocido como “La bestia”, en cuyo lomo se trasladan desde la frontera sur hasta Estados Unidos, pero que también los expone a secuestros, extorsiones, peleas y accidentes que los dejan incapacitados o les quitan la vida.
El camino de los migrantes puede ser un viacrucis porque “conforme van avanzando en el país, van sufriendo”, cuenta Janet Valverde, coordinadora de vinculación de la organización FM4 Paso libre.
Esta asociación organiza desde hace cuatro años este Vía Crucis para “mandar un mensaje a la sociedad de solidaridad para con las personas migrantes y refugiadas”, que sufren de todo para concretar el “sueño americano”, expone.
Sin duda las violaciones a derechos humanos y los delitos que se cometen hacia estas personas todavía permean en la actualidad, además de los mensajes de discriminación y criminalización”, sostiene.
Con pancartas y camisetas con frases “Soy migrante, soy huma- no” y “Todos somos migrantes”, los centroamericanos participaron en las diferentes estaciones de la Pasión de Cristo. Algunos de ellos compartieron sus experiencias y cargaron una pesada cruz de madera.
Familias y voluntarios portaron también pequeñas cruces con los nombres de los 72 migrantes que fueron asesinados por el crimen organizado y encontrados en un rancho en San Fernando, Tamaulipas, en el 2010.
‘CALVARIO’
Desde hace un mes que salió de su natal San Pedro Sula, el hondureño Néstor García ha pasado muchas penurias, desde no poder dormir en el lomo de “La bestia”, no comer y ver cómo secuestraban a algunos compañeros.
“Los peligros que corre uno (son) secuestros, la muerte, la extorsión, porque a uno lo secuestran; le preguntan de dónde es y si tiene familiares, y si uno dice que no ellos no creen.
“Me he encontrado casos así que la mafia los tiene y llegan todos golpeados y llorando. Me dicen que si hay vida hay esperanza”, cuenta mientras camina cerca de las vías del tren.
Néstor salió de la casa de sus padres debido a la situación económica “súper baja” en su país y a que las pandillas cobran muchos “impuestos” a quienes encuentran un empleo.
Otro caso es el de Elvis. Tiene 17 años y salió de Guatemala hace cuatro meses hacia el norte. Solo y sin que sus padres estén de acuerdo, quiere llegar a Estados Unidos para trabajar unos años y luego volver a su país.
Afirma que ha corrido “con suerte” pues ha encontrado albergues para refugiarse y alimentarse, aunque conoció a compañeros de viaje que han sido golpeados y que han sufrido accidentes.