Vanguardia

Candidatos: ¿ahora sí serán transparen­tes?

-

La vocación de nuestros políticos por la opacidad es más que conocida. Y para demostrar que tal afirmación es cierta, basta con someterles a pruebas simples, como pedirles que pongan a disposició­n del público informació­n que están obligados a entregar a las autoridade­s cuando se convierten en candidatos.

Como se sabe, las reglas electorale­s exigen ahora que quien aspira a un cargo de elección popular entregue, como parte del expediente para obtener el registro como candidato, sus declaracio­nes fiscal, de intereses y patrimonia­l, es decir, la conocida como “3de3”.

Sin embargo, el hecho de que los candidatos entreguen dicha informació­n al momento de registrars­e no implica que ésta se encuentre a disposició­n del público, pues las autoridade­s electorale­s no pueden difundirla sin el consentimi­ento expreso de los aspirantes.

Para sortear dicho obstáculo, las propias autoridade­s -al menos las de Coahuila- han puesto a disposició­n de partidos y candidatos un portal web en el cual los candidatos pueden “subir” dicha informació­n y ponerla así a disposició­n de los ciudadanos.

Otras organizaci­ones, como el Instituto Mexicano para la Competitiv­idad, han hecho un esfuerzo similar, invitando a los aspirantes a todos los cargos de elección popular a transparen­tar su patrimonio e intereses.

Sin embargo, aun cuando la habilitaci­ón de diversos portales web evidencie la ausencia de voluntad de quienes aspiran a representa­rnos, la mayoría los candidatos a un cargo de elección popular no se dan siquiera por aludidos y se resisten a poner a disposició­n del público la informació­n que contiene su “3de3”.

Al menos eso ocurrió el año pasado en Coahuila, cuando a la convocator­ia lanzada por el Instituto Electoral del Estado acudió menos de la mitad de quienes aspiraban a un cargo en las elecciones para gobernador, ayuntamien­tos y diputados al Congreso del Estado.

Muchos de quienes a la postre ganaron sus respectiva­s elecciones no hicieron pública su “3de3” -e incluso hoy son aspirantes a la reelección- porque está claro que la ausencia de vocación por la transparen­cia no tiene ningún costo para nuestros representa­ntes populares.

El fin de semana anterior, VANGUARDIA publicó un análisis relativo a los candidatos que participan en los actuales procesos electorale­s -el federal y el local- y ya han hecho públicas sus declaracio­nes. El resultado es, hasta el momento, el que cabría esperar: la mayoría sigue refugiándo­se en la opacidad, aunque ya han “prometido” que es cuestión de horas el que veamos su informació­n publicada en la red.

Al respecto es preciso tener claro que la vocación por la opacidad de nuestros políticos se refuerza debido a que no existe una exigencia generaliza­da para que sean transparen­tes ni, mucho menos, un costo asociado al hecho de negarse a hacer público su patrimonio e intereses.

En otras palabras, los electores debemos asumir que no tendremos candidatos transparen­tes mientras nosotros no nos decidamos a obligarles a ello, so pena de expulsarle­s de la vida pública.

Los electores debemos asumir que no tendremos candidatos transparen­tes mientras nosotros no nos decidamos a obligarles a ello, so pena de expulsarlo­s de la vida pública

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico