Elecciones 2018: el ‘desorden’ de los partidos
De acuerdo con el Instituto Electoral de Coahuila, la coalición “Juntos Haremos Historia”, integrada por los partidos Morena, Encuentro Social y del Trabajo, duplicó —e incluso triplicó— sus registros de planillas de candidatos para renovar los ayuntamientos, en al menos siete municipios de la entidad.
¿Por qué habría de pretender registrarse más de una planilla con los mismos colores en San Pedro, Francisco I. Madero, Torreón, Arteaga, Piedras Negras, Frontera y Matamoros? La respuesta simple es la existencia de pugnas entre facciones internas de los partidos o discrepancias entre quienes dirigen los partidos que integran dicha coalición.
Sin embargo, el hecho es más que anecdótico y refleja el escaso compromiso de las dirigencias partidistas hacia el sistema electoral cuya consolidación deberían buscar.
Y es que no hace falta ser demasiado perspicaz para sospechar que las pugnas que derivaron en el intento de registro de más de una planilla en los municipios señalados eran conocidas por los dirigentes de los partidos y por quienes negociaron la conformación de la referida coalición.
¿Por qué no se actuó entonces con diligencia a fin de evitar que una pugna interna deba ser resuelta, en última instancia, por la autoridad electoral? La respuesta bien podría ser que las dirigencias partidistas prefieren “aventarle la pelotita” a la autoridad electoral antes que asumir la responsabilidad de resolver sus propios conflictos.
Al respecto es importante recordar que, de acuerdo con la legislación electoral vigente, en caso de que las dirigencias partidistas no fijen una posición respecto de cuál de las planillas registradas es la que realmente representa sus colores, el Comité Municipal Electoral respectivo deberá otorgar el registro definitivo a aquella que se hubiera registrado en último lugar.
¿Es deseable que sea la autoridad electoral la que tome esta decisión? Claramente no, porque ello implica la intromisión del órgano comicial en los asuntos internos de los partidos y constituye una fuente de conflicto para quien debe caracterizarse por la neutralidad frente a los intereses partidistas.
Resulta deseable en ese sentido, que en el plazo de 48 horas que el Instituto Electoral de Coahuila ha otorgado a la dirigencia de la coalición “Juntos Haremos Historia”, esta se pronuncie respecto de los registros múltiples ocurridos en las últimas horas y releve a la autoridad electoral de la obligación de zanjar la diferencia.
Se trata de un acto de elemental responsabilidad que no solamente es deseable por parte de las dirigencias partidistas, sino que resulta exigible, pues justamente para ello los partidos se han dado reglas internas que incluyen, de forma obligatoria, aquellas relativas a la resolución de conflictos.
Al respecto, y con el propósito de garantizar la responsabilidad partidista, valdría la pena que se revisara la legislación de la materia a fin de que, ante situaciones como esta, la autoridad no sea obligada a intervenir en asuntos internos, sino que, en aquellos casos en los que no exista pronunciamiento de los dirigentes, se dejen sin efecto la totalidad de los registros duplicados.
Es un acto de elemental responsabilidad que no solamente es deseable por parte de las dirigencias partidistas