Crónica del Debate Presidencial
A Héctor Gramillo Flores. In Memoriam. Este domingo 22 de abril, encendí el carbón con mis compadres a las 3 pm; nosotros y mis comadres nos servimos la carnita asada a las 6 pm para ver el partido Santos-pumas. Las “chelas” y los tequilitas fluyeron sin parar.
Para las 8 pm, hora del debate, ya estábamos en condiciones étilicas adecuadas para apreciarlo, aunque encabronados por la derrota del Santos. “El Bronco” salió como pistolero a sueldo del PRI. Hizo del cinismo, desvergüenza y provocación una virtud. Nada raro en él. Mantuvo a raya sus emociones y tiró dardos precisos contra AMLO. Su demencial propuesta de cortar las manos a corruptos hizo temblar a la clase política entera, incluido él mismo, quien seguro no reparó de su propia estupidez. Empero, cumplió su papel, y el PRI se lo agradeció.
En lugar de prepararse para el debate, Andrés Manuel optó por llenar el álbum Panini del Mundial de Rusia 2018 con su su hijo menor Jesús Ernesto. Lo cual, se notó a leguas; pésimo manejo de su imagen ante las cámaras. No ocultó su fastidio y molestia. Fue elusivo pero sin éxito. Por ejemplo, con el tema de la amnistía a narcotraficantes. Ricardo Anaya lo acorraló en ocasiones y no reviró con contundencia. Sin embargo, AMLO salió raspado pero sin graves consecuencias.
Ricardo Anaya demostró capacidad, inteligencia y articulación de ideas. Bien preparado, aunque excesivo en el uso de carteles. Presentó con claridad su propuesta de gobierno. Patinó, pero ningún contendiente lo aprovechó, en la acusación en su contra por lavar 44 millones de pesos. Falló en mostrarse cálido. No le ayudaron su sonrisa irónica y su smoking negro con corbata negra. Sin fuegos pirotécnicos, salió bien librado del debate.
Pepe Meade reiteró su preparación técnico profesional para mostrar una sólida propuesta de gobierno. Tranquilo y seguro de sí mismo, no se enganchó con Anaya u AMLO. Hizo hasta lo imposible para detener la avalancha del 60% de mexicanos en contra de la vuelta del PRI a los Pinos. Pero no llegó muy lejos.
Margarita fue la peor preparada. Fuera de sí, cual monja del Verbo Encarnado, intentó abrazar al País para protegerlo de todo mal. Y convencerlo, ya desesperada, de ser su mejor opción para gobernarlo. Aún así, los panistas anti anayistas, no la dejarán morir sola. El PRI estará contento si cumple sólo con esa parte.
Terminado el debate, apagamos la televisión y pusimos música para seguirle. Total. A pesar de la pobreza de estos candidatos, México seguirá en pie y nosotros luchando.