La huelga de las fosforeras
Todo empezó con el despido de tres chicas muy populares que fueron acusadas de proporcionar información para un artículo de la periodista radical Annie Besan, que criticaba las condiciones laborales en la fábrica de cerillos.
La protesta contra los despidos se convirtió en una revuelta contra las condiciones de trabajo, de manera que las fosforeras fueron ganando apoyo a medida que el público se fue enterando más y más sobre la realidad de sus vidas.
PRESENCIA EN EL PARLAMENTO
La periodista llevó a 50 de las huelguistas al Parlamento británico.
“Las chicas les contaron a los parlamentarios sus experiencias y les mostraron los impactantes daños físicos, que tenían sus cuerpos.
“Esas visitas al Parlamento cambiaron las cosas y convencieron a los parlamentarios de que aquellas chicas estaban diciendo la verdad.
La opinión pública también cambió y hasta los diarios se pusieron del lado de las fosforeras. Y En cuestión de tres semanas, presionados por las marchas, lo mítines y las amenazas de huelga, la empresa Bryant & May aceptó casi todas las demandas de las mujeres.
NACE EL SINDICALISMO
La huelga de las fosforeras fue un catalizador vital para el ‘nuevo sindicalismo’. Ellas les mostraron a los trabajadores que era posible unirse y tener éxito en sus demandas laborales.
Fue así como nacieron los sindicatos en Reino Unido. De hecho, para los historiadores, “las fosforeras fueron las Madres del Movimiento Sindicalista”.