SEXUALIDAD SIN FRENOS
“¿Saben ustedes por qué las celebridades son las que más permiso se dan de explorar su sexualidad? Para entenderlo basta recordar a los dioses griegos.”
1 .- No cabe duda que el tema de la sexualidad siempre está presente en todos los ámbitos de nuestra vida. Todos aquellos contemporáneos de Sigmund Freud, el famoso médico neurólogo padre del psicoanálisis, que lo acusaban de querer ver detrás de todas las actividades humanas una motivación sexual, quizá se verían profundamente asombrados de ver las noticias de hoy en día. Un enorme porcentaje de lo que vemos en nuestras redes sociales o en internet, tiene un componente sexual. 2 .- Pero ¡alto! no se confundan. No estoy diciendo que todo lo que vemos en nuestros teléfonos inteligentes tiene que ver con la genitalidad. Muchas personas confunden sexualidad con el coito sexual. Esto último es sólo una pequeña parte de toda la sexualidad humana. Aclarado el punto, basta analizar las noticias o productos que más impacto o respuesta generan en el público para descubrir que, efectivamente, son aquellas cuyo contenido basado en la sexualidad, sus motivaciones y consecuencias. 3 .- Hagamos un pequeño recuento. “Titanic” es una de la películas más famosas de todos los tiempos. ¿Y eso debido a que se hundió un barco que ninguno de nosotros conoció? ¡No! Es por la historia erótica entre una joven de clase alta y un muchacho sin un centavo en los bolsillos. ¿Quiénes fueron llamados el Rey y la Reina del Pop? Michael Jackson y Madonna. Y, casualmente, ambos tienen en su haber un historial sexual tan enorme que haría palidecer de envidia al Marqués de Sade. ¿Le seguimos? 4 .- Uno de los reality shows más famosos de todo el mundo es sin duda la franquicia de Big Brother. Y esto no fue por tener encerrados como en la cárcel a un grupo de hombres y mujeres, su fama se debía a la fuerte tensión sexual que se genera entre personas que se encuentran confinadas en un mismo espacio. “¡Pero en México ese programa ya no triunfó!” me dirán algunos. Pues porque debido a nuestra cultura represora, los participantes tenían muy poca o nula actividad sexual. ¡Algunos hasta se bañaban vestidos! Pero ¿han visto los Big Brother de algunos países europeos? ¡Son más eróticos que un hotel nudista! 5 .- Ahora vayamos a las noticias. Históricamente, las que tienen un componente sexual son las más escandalosas o las que todo mundo comenta. Ejemplos: las acusaciones de abuso sexual en Hollywood que generaron el movimiento #Metoo. La salida del clóset de Ricky Martin. La hijita de Bran Pitt y Angelina Jolie vestida como un niño. Los videos pornográficos de Paris Hilton en Estados Unidos o los de David Zepeda en nuestro país. El exilio de más de cuantro décadas de Roman Polanski por haber tenido relaciones sexuales con una adolescente. Y el escandalo sexual por excelencia en México: el clan Trevi-andrade. 6 .- Todas estas son sólo algunas de las noticias que más impacto han generado en los últimos tiempos. Pero no son las únicas. Lo que sí queda claro es que son historias que contienen elementos que podrían escandalizar a cualquiera: sexo en grupo con menores de edad, infidelidades consensuadas, transexualismo, relaciones sexuales sin importar el género de la pareja, exhibicionismo y un largo, muy largo etcétera. ¿Es que acaso estamos viviendo una época peor que la de Sodoma y Gomorra? La respuesta es no. Siempre ha habido expresiones extremas de la sexualidad humana. La única diferencia es que ahora todos tenemos en la mano el dispositivo de noticias más veloz y eficiente de la Historia de la humanidad. 7 .-¿Saben ustedes por qué las celebridades son las que más permiso se dan de explorar su sexualidad? Para entenderlo basta recordar a los dioses griegos. Ellos tenían vidas sexuales muy intensas y los seres humanos, al conocerlas, sublimaban de este modo sus propios impulsos y deseos. Las celebridades actuales son los dioses de nuestros tiempos y, debido a eso, cuando ellos viven vidas sexuales explosivas, los simples mortales hablamos de ellos, los criticamos y nos sentimos satisfechos, como si nosotros mismos ya hubiéramos hecho las fantasías sexuales que ellos sí concretaron.