¡ARRASA CON RETO MUSICAL!
EL CONCIERTO WEST SIDE STORY, PENÚLTIMO QUE EN ESTA TEMPORADA OFRECE LA FILARMÓNICA, DEMOSTRÓ QUE CUANDO LOS MÚSICOS ESTÁN FRENTE A UN DESAFÍO DISFRUTAN AÚN MÁS SU TRABAJO
Cuando VANGUARDIA tuvo la ocasión de entrevistar al director de la Orquesta Filarmónica del Desierto (OFDC), Natanael Espinoza, previo al concierto de anoche, comentó que el repertorio, al ser un verdadero reto técnico, hacía que los músicos disfrutaran mucho tocarlo, y su interpretación de este pasado miércoles 30 de mayo así lo demostró.
La música de Leonard Bernstein y George Gerswhin, en el concierto “West Side Story”, fue interpretada de manera singular, con una energía y vivacidad que inundó al público presente en la sala mayor del Teatro de la Ciudad Fernando Soler.
La selección musical de una gran obra del siglo 20 implicaba una audacia melódica, pero la OFDC legitimó en cada acorde su lugar en la historia de la interpretación musical contemporánea.
Y aunque pareciera un recital similar a los anteriores, por el acomodo de los músicos probablemente, fue completamente diferente.
Comenzaron sin titubeos con el tema de María del musical de Bernstein, y siguieron con “Embraceable You”, antes de invitar al solista Antonio Manzo a interpretar la pieza estrella de la noche, la Rapsodia en Azul de Gershwin.
Manzo demostró sus habilidades sobre el piano con cadencias que impresionaron a un público que se desvivió en aplausos antes de dar paso al intermedio, donde se anunció que a partir de esa ocasión y en todos los conciertos de temporada de la OFDC, se harán en el lobby ventas de vino.
El evento continuó con las Danzas Sinfónicas de Bernstein, suite compuesta con base en los temas del musical que bautizó el concierto, en el que algunos de los miembros del conjunto tuvieron la oportunidad de lucirse.
La orquesta respondió con una brillantez en todas sus secciones. Y con una gran riqueza de sonido. Los solistas se lucían en cada detalle, y la orquesta tocaba con un sólido sentido de grupo.
La penúltima presentación de la temporada de la orquesta culminó con la pieza “Un Americano en París”, donde también destacaron algunos otros músicos en secciones solistas y de igual manera su director les indicó ponerse de pie al final para recibir el aplauso de los presentes.