Se acabaron los debates. Sigue la elección
Ayer por la noche, en la capital del Estado de Yucatán, se llevó a cabo el tercer y último debate entre quienes aspiran a suceder en la titularidad del Poder Ejecutivo Federal a Enrique Peña Nieto. Para bien o para mal, la temporada de debates ha terminado y lo que sigue ahora es pensar en la jornada electoral del próximo domingo 1 de julio.
De acuerdo con los sondeos de opinión que se han conocido hasta ahora, los debates —con todo y su novedoso formato— de poco o nada han servido a los electores para normar su voto. Si acaso alguien ha modificado sus preferencias a partir de lo dicho por los candidatos en los debates, el impacto en la opinión general ha sido marginal.
Por ello, no son pocas las voces que advierten respecto de que la elección presidencial es “un asunto resuelto” y que, en todo caso, lo que se disputa en este momento es el control partidista del Congreso de la Unión y quizá algunas de las gubernaturas en juego.
Serán los números que salgan de las urnas, la noche del 1 de julio, los que nos digan qué tan acertadas o fallidas fueron las mediciones realizadas por las empresas demoscópicas. Antes de eso, existe un aspecto fundamental que todos los mexicanos debemos asumir: acudir a votar.
Las campañas no han terminado, eso es cierto, pero para todo efecto práctico el siguiente evento relevante de este proceso será la jornada electoral que se llevará a cabo dentro de 17 días. Lo anterior es mucho más cierto si tomamos en cuenta que mañana arranca la copa del mundo y que gran parte de la atención se volcará a seguir de cerca el desempeño de la selección nacional en dicho certamen.
En términos estrictos, a la contienda le quedan todavía dos semanas. Sin duda en ese tiempo pueden todavía pasar cosas relevantes y los candidatos, al menos en teoría, podrían mejorar o empeorar en sus respectivas posiciones, razón por la cual no hay que dar la contienda por concluida.
Pero, en todo caso, los días que nos separan de la jornada electoral habría que aprovecharlos para solidificar el compromiso de acudir a la casilla que nos corresponde y emitir nuestro voto, haciendo con ello que la decisión final, sea cual sea, se encuentre dotada de absoluta legitimidad.
Alguien gobernará el País a partir del 1 de diciembre próximo y el 1 de septiembre tomarán posesión de sus cargos las 628 personas que serán electas para integrar el Congreso de la Unión; nueve entidades federativas renovarán a los titulares de su Poder Ejecutivo y algunas más también a quienes integram el Legislativo. En otras más, como es el caso de Coahuila, se votará también para elegir a los integrantes de sus ayuntamientos.
No es una decisión menor, ni un hecho trivial, sino un momento relevante de nuestra historia. Vale la pena que todos nos lo tomemos en serio y, sea a partir de lo que vimos y escuchamos en los debates, o a partir de otros criterios, nos decidamos a participar y contribuir a que la jornada electoral sirva para que el mandato surgido de las urnas sea claro para todos aquellos a quienes dotaremos del poder de tomar decisiones en nuestro nombre.
Vale la pena que nos decidamos a participar en la jornada electoral y que esta sirva para que el mandato surgido de las urnas, sea claro para todos aquellos a quienes dotaremos del poder de tomar decisiones en nuestro nombre