SEAMOS RESPETUOSOS CON LOS VECINOS
El domingo fuimos a casa de mis papás por la tarde y mientras platicábamos comentamos sobre el ruido que se oye desde la casa del vecino. ¡Uff, eso no es nada! Pues me parece tristísimo, como cuando nosotros vivíamos en otra ciudad y para que el calor no les afectara tanto empezaban a trabajar en una construcción cercana desde muy temprano. El ruido excesivo es molesto, de eso que no les quepa duda. Además produce estrés y ansiedad, entorpece las comunicaciones e impide la concentración y altera el sueñó.
Todo mundo puede escuchar música en su casa, siempre y cuando no invada la tranquilidad de los demás, para eso hay límites de decibeles. Pero lo que es más triste es la indiferencia de la gente para con sus vecinos. Hay que pensar en el otro.