Ocho años y nada del asesino de Quintanilla
A nada llevan declaraciones de testigos del homicidio del coordinador de Bibliotecas Públicas y Librerías del Estado, en 2010
Aquella mañana del 18 de junio de 2010, Armando Sánchez Quintanilla, entonces coordinador de Bibliotecas Públicas y Librerías del Estado, se despedía de su esposa Beatriz Loo de la Garza, afuera de su domicilio ubicado en avenida La Salle esquina con Laguna de Pátzcuaro, a un costado del colegio Ignacio Zaragoza.
Un solitario pistolero ya lo esperaba, lo “cazaba”, incluso su mujer vio el rostro del hombre.
Aquel desconocido —de quien existe un retrato hablado—, jaló el gatillo en una sola ocasión apuntando directo a la cabeza del promotor cultural.
Fue la bala de un arma calibre .25 la que entró a la altura del ojo izquierdo, por el párpado. Según los resultados de la necropsia quedó alojada en la parte central del cerebro. El funcionario murió “de un shock neurogénico”, reveló la Fiscalía General del Estado.
Su cadáver quedó entre dos camionetas y a escasos centímetros el casquillo. Huellas de los zapatos del tirador también fueron encontradas, incluso una vecina dijo que vio atrás de los condominios una camioneta pick up roja donde pudo haber escapado con un cómplice que lo esperaba. La Fiscalía llevó a declarar en un principio a tres testigos, pero ni aun así se tuvieron avances en las investigaciones.
“Se encontraron a tres testigos, ellos fueron trasladados a la agencia del Ministerio Público para recabar su declaración testimonial. Al cadáver se le encontró la cartera y el dinero, por lo que puede descartarse un robo”, dijo a los medios Everardo Rosales Saucedo, funcionario de la FGE.
El tirador escapó y desde entonces nada se sabe de él. La hipótesis que más robusteció los expedientes de las investigaciones fue la de un posible crimen pasional. Se indagó en la vida personal y profesional de la víctima y ni así se avanzó en el caso.
Con el paso de los meses el asesinato fue quedando en el olvido por las decenas de investigaciones que las autoridades mantienen abiertas de otros crímenes sin resolver. La cobertura y el espacio en los medios igual fue cada vez menor hasta desaparecer por completo.
¿QUÉ DICE LA FISCALÍA? VANGUARDIA solicitó a la Fiscalía General del Estado es estatus de la investigación, y fuentes de la dependencia revelaron que Norberto Ontiveros Leza, el subprocurador ministerial, es quien tiene bajo la su cargo las indagatorias de éste y otros casos que se encuentran rezagados.
Sin embargo, los avances son mínimos y se está lejos de dar con el responsable. Se informó que el año pasado declararon otra vez en torno al caso al menos 12 personas, de las 24 que en total han sido citadas por las autoridades, entre familiares, amigos y vecinos de la víctima.
Las investigaciones se extendieron hasta Gómez Palacio con la colaboración de la Fiscalía duranguense.
Según los testigos y con los videos de dos cámaras de seguridad de dos casas ubicadas en el lugar del crimen, se estableció que el presunto era una persona de 20 a 25 años, que vestía pantalón camuflado entre azul y oscuro, una camisa a cuadros roja y de aspecto pandillero.
En las imágenes se ve que llega al pasillo de los condominios y dispara directo contra el funcionario para luego escapar; la esposa observó los hechos.