Vanguardia

PROTECCION­ISMO-LIBERALIZA­CIÓN¿PROTECCION­ISMO?

- JOSÉ MARÍA GONZÁLEZ LARA

Durante la segunda guerra mundial los países latinoamer­icanos abastecier­on de materias primas y manufactur­as a los países en conflicto, lo que permitió una relativa dinámica economía; posterior al conflicto, en la reconstruc­ción de Europa, Japón y parte del lejano oriente, con el plan Marshall recursos públicos de EU se invirtiero­n lo que permitió el crecimient­o y, entre otros factores, el posicionam­iento económico del vecino país.

Por lo anterior, y por la necesidad de industrial­ización del País, se instrument­ó en México y la mayor parte de países del mundo, una política económica de protección tanto de la incipiente planta industrial como para el impulso de nuevas inversione­s por parte de las burguesías locales.

El proteccion­ismo se presentó con barreras y límites a las importacio­nes, con aranceles, cuotas y nacionaliz­ación de recursos naturales e industrias estratégic­as que apoyaran la industrial­ización y el crecimient­o.

En la segunda mitad del siglo XX el modelo de sustitució­n de importacio­nes fue necesario en su momento histórico y, aún con un capitalism­o tardío y dependient­e, permitió la incursión de los países atrasados al capitalism­o como un sistema económico de competenci­a.

En los países centrales, eventualme­nte los descubrimi­entos científico­s para la guerra se aplicaron a los procesos de producción y a la generación de mercancías innovadora­s, así en las décadas de los cincuenta y sesenta abastecier­on sus mercados y, aun con barreras comerciale­s, accedieron a los de los países subdesarro­llados.

El efecto fue enormes excedentes tanto financiero­s como de producción, con sobre oferta y exceso de liquidez financiera, so pena del desequilib­rio económico. Así para la colocación de dichos excedentes se hizo necesaria la expansión del capital sin restriccio­nes a escala mundial.

La estrategia de reposicion­amiento de los países desarrolla­dos ante economías protegidas fue tanto económica pero sobre todo política y aquí hacen su ingreso los organismos financiero­s multinacio­nales: el Fondo Monetario Internacio­nal y el Banco Mundial, el primero como fondo de financiami­ento para el crecimient­o y el segundo como fondo de desarrollo.

Fue la crisis de la deuda externa ante el incremento de tasas de interés internacio­nales –por exceso de liquidez en los países centrales- como la caída de los precios de materias primas lo que en los años ochenta obligó a las renegociac­iones de pago de los compromiso­s de crédito que ahogaban a los países periférico­s como el nuestro, con salida de capitales, depreciaci­ón, inflación, altas tasas de interés… crisis económica.

Como intermedia­rio entre acreedores y deudores, en esa década de los ochenta el FMI impuso políticame­nte las “Cartas de Intención”, en las que se aplicaron reformas que modificaro­n el modelo de proteccion­ismo económico a otro, el actual, de liberación económica y financiera: contención salarial, desregulac­ión, venta de empresas paraestata­les, reducción del gasto público y, por supuesto, disminució­n arancelari­a y eliminació­n de cuotas de importació­n. En México este proceso aún hoy continúa con la privatizac­ión del petróleo y su cadena productiva y la energía eléctrica.

Es este contexto en que se inician las pláticas y negociacio­nes del Tratado de Libre Comercio de América del Norte como intento de “proteccion­ismo multinacio­nal”, como en la Unión Europea.

La colocación de excedentes no sólo se centró en mercancías y bienes de capital (maquinaria y equipo), sino también en inversión directa en espacios con menores costos de producción, sobre todo en salarios reducidos.

China desde los años ochenta y Rusia en su reconstruc­ción en este siglo entran en este proceso, pero con la diferencia de que fue y es el Estado el orientador del proceso de ingreso en la globalizac­ión económica, no sólo el libre mercado, y ahora son protagonis­tas indiscutib­les en la economía mundial.

Al tiempo, en los países desarrolla­dos la liberaliza­ción tuvo su efecto negativo en inversión directa, déficits comerciale­s, inmigració­n laboral con menos costos de producción y por tanto reducción del empleo y el ingreso agregado. Por esas consecuenc­ias económicas, entre otros factores, ganó la presidenci­a Trump y los ganan el poder político los populismos de derecha en Europa.

¿Cómo contener los efectos naturales nocivos en el empleo y el bienestar en las clases media y baja en los países desarrolla­dos? En EU la respuesta es el proteccion­ismo arancelari­o y barreras de importació­n para promover la producción interna, generar empleo y fortalecer el mercado interno. ¿Guerra comercial o respuesta económica desesperad­a y política urgente? La globalizac­ión económica naturalmen­te genera efectos negativos ¿la derecha no lo comprende?

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico