SUBE POLÉMICA POR NIÑOS MIGRANTES
Se defiende Trump ante críticas de la ONU y Amnistía que las tachan de tortura.
WASHINGTON, EU.- El presidente, Donald Trump, elevó su discurso antiinmigración al asegurar que el país no se convertirá “en un campo de acogida de refugiados” a la par que criticó a Europa, en plena polémica por la separación de menores de sus familias tras cruzar ilegalmente la frontera con México.
Amnistía Internacional (AI) criticó la medida del gobierno de Trump y calificó como “espectacularmente cruel” la política de “tolerancia cero” y dijo que separar a los niños de sus familias y encerrarlos en espacios que parecen jaulas “no dista mucho de la tortura”.
“Estados Unidos no será un campo de inmigrantes y no será un campo de acogida de refugiados. Lo que está ocurriendo en Europa y otros lugares, no lo permitiré, no bajo mi vigilancia”, dijo Trump.
En un comunicado, Amnistía Internacional condena las “repugnantes imágenes de niños separados cruelmente de sus padres y puestos en jaulas” y cree que “dejarán una mancha indeleble en la reputación de Estados Unidos”.
La directora para las Américas de Amnistía Internacional, Erika Guevara-rosas, dijo que, según el derecho internacional, “arrancar a los niños de los brazos de sus padres y colocarlos en centros de detención saturados” puede considerarse tortura por el daño mental para las familias.
“No hay ninguna duda de que la política de la Administración del presidente Trump de separar a madres y padres de sus hijos está diseñada para imponer un sufrimiento mental severo en esas familias con el objetivo de disuadir a otros que puedan intentar buscar cobijo en Estados Unidos”, apuntó Guevara-rosas.
La directiva de Amnistía Internacional (AI) recordó que muchas de esas familias huyen de países como Honduras o El Salvador, donde existe un clima de violencia generalizada por ello se les debe tratar como refugiados.
El secretario general de la ONU, António Guterres, defendió que los niños “no deben ser traumatizados separándolos de sus padres. “La
Esta es una política espectacularmente cruel, donde niños asustados son arrancados de los brazos de sus padres y llevados a desbordar centros de detención, que son en realidad jaulas. Esto es nada menos que tortura”. Erika Guevara-rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.
unidad familiar debe ser preservada”, dijo Guterres a través de su vocero, Stéphane Dujarric.
El mensaje se suma al llamamiento hecho por el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Hussein, quien instó a EU a “cesar inmediatamente” la separación forzosa de niños migrantes.
‘NO SON PEONES’ En defensa de Trump, la secretaria de Seguridad Nacional de EU, Kirstjen Nielsen, quien remarcó que el Gobierno no pedirá “disculpas”.
“No se está usando a los niños como peones”, dijo Nielsen al ser cuestionada si Trump ha decidido separar a las familias para atraer la atención del Congreso y ofrecer el fin de esa política a cambio de fondos para erigir el muro con México.
La pasada semana, el departamento dirigido por Nielsen confirmó la separación de sus familias de cerca de 2 mil niños inmigrantes. Estas acciones han generado una ola de rechazo entre la oposición demócrata y grupos de defensa de los derechos humanos.
INTERVIENE MELANIA
Sin embargo, el rechazo más sorprendente provino de la propia esposa del mandatario, Melania Trump, quien habitualmente se mantiene alejada de cuestiones políticas.
“La señora (Melania) Trump odia ver a los niños separados de sus familias (...) Ella cree que tenemos que ser un país que siga todas las leyes, pero también un país que gobierne con corazón”, dijo la vocera de la primera dama, Stephanie Grisham. ‘CRISIS MORAL’ Por su parte, Hillary Clinton dijo que cualquier persona con un sentido de compasión y decencia debería sentirse indignada.
La política de “cero tolerancia” del gobierno de Trump “es una crisis moral y humanitaria”, dijo Clinton, quien recordó que advirtió durante su campaña sobre el riesgo de que ocurrieran estos hechos si Trump llegaba a la Presidencia, lo cual ocurrió.