Sorprender y defender
Entró el gol.
Repentino, oportuno, recio y certero.
El estiramiento del guardameta alemán no dio la medida. El balón se fue directo a sacudir la red. La combinación de “Chicharito” hizo posible el zig-zag para que Lozano impulsara la esfera con un impacto descomunal. Uno a cero.
Sorprender era el verbo que tenía que conjugarse frente a las disciplinadas estrategias germánicas. Producir lo inesperado. Superar las agilidades y descubrir la ruta instantánea, libre de obstáculos, para lograr la anotación.
El público clamoroso, desde las graderías se dedicó a contemplar los intentos de penetración de uno y otro equipo. Los mexicanos tuvieron varias pero sobre todo dos oportunidades en que estaba el posible gol en charola de plata. Así se demostró acometividad; pero lo que maravilló a los televidentes y aficionados presentes fue la capacidad defensiva de la oncena de acá. Se aplaudían los saltos, los clavados, las barridas, las atrapadas y las desviaciones precisas en una portería que parecía blindada por la ubicua barrera de guantes, brazos, piernas y pies siempre atajando.
Los acercamientos peligrosos se convertían en amplios despejes desde la barrera defensiva. Se hicieron sucesivos cambios y hubo disparos sajones de gran técnica y potencia que no tuvieron puntería. Y el amigo tiempo dijo: ¡ya!, Sonó el silbatazo final, sumado al grito de victoria que atravesó el océano. Sorprender y defender fueron las conjugaciones del triunfo. Se venció al campeón en el primer encuentro.
Muchas apuestas se perdieron. Los pronósticos y encuestas fallaron. No se pudo robar la esperanza y tiene la Selección un prestigio inocultable ante las miradas de los contendientes. El gran desafío es mantener la actitud y el nivel en los partidos que faltan.
En este otro estadio de las elecciones presidenciales y parlamentarias votar es como meter un gol. Pero nadie gana con uno solo. Sumar y contar, excluir y aceptar serán tareas ciudadanas para clamorear la mayoría dominante.
Los resultados pueden confirmar o sorprender a encuestadores y adivinos. Eso de defender es batalla de cada casilla. Son los mismos verbos deportivos. Ahora podrán dar el gane a la democracia. Se espera que la derrota sea para la demagogia, la oligogracia, la plutocracia y la cleptocracia. Que sea la ciudadanía la que libremente se exprese para que quede claro cuál camino se prefiere para que los mandatarios, fieles al mandato, hagan una realidad el bien posible para todos.