Vanguardia

Donald Trump: ¿los boomerangs comienzan a volver?

-

Esta semana ha sido exhibido el peor rostro de la administra­ción que encabeza Donald Trump: un gobierno inhumano, incapaz de la compasión y presto a utilizar las peores estrategia­s posibles, con tal de lograr sus objetivos políticos. La política de “tolerancia cero” hacia la inmigració­n ilegal tuvo su punto de crisis en la semana, cuando las imágenes de los “centros de detención” de menores – instalados para retener a los hijos de migrantes detenidos en su intento de alcanzar el “sueño americano”– le dieron la vuelta al mundo y levantaron una ola de indignació­n y de repudio. Rodeados de un muro burocrátic­o que impidió durante varios días el ingreso de periodista­s, las instalacio­nes fueron finalmente reveladas como que lo que son: auténticas “jaulas” en las cuales los hijos de los centroamer­icanos han sido encerrados como animales.

La reacción de rechazo del mundo entero obligó al magnate, que despacha desde el Salón Oval, a poner fin a la práctica de separar a los menores de sus padres, en primer lugar, y a ordenar ayer que se reúna a las familias que ya habían sido separadas.

En un intento por revertir el repudio generaliza­do, Trump envió a su esposa, Melania, a realizar una visita a la fronteriza de la ciudad de Mcallen, donde se encuentra uno de los campamento­s para menores, a fin de mostrar compasión por la situación.

Pero el mal tino que la primera dama de los Estados Unidos ha mostrado para acudir a eventos trágicos, la llevó a escoger la más impertinen­te de todas las prendas de su guardarrop­a: una chaqueta –aparenteme­nte de la marca Zara– que en la espalda porta la leyenda “realmente no me importa. ¿y a ti?”.

La mala semana de la administra­ción Trump fue coronada con el adelanto de la portada de la revista Time: un fotomontaj­e creado a partir de la imagen de una niña hondureña, de dos años de edad, capturada por el galardonad­o fotógrafo John Moore mientras la madre de la menor es detenida en la frontera. La imagen de la mujer y el agente de migración que la detiene fue sustituida por la de Donald Trump, quien pareciera mirar a la pequeña, y se acompañó de tres palabras: “welcome to America”.

Las noticias de las últimas horas parecieran señalar que se trató de una mala semana para el republican­o, quien habría sido derrotado en su intento por utilizar a los niños como disuasor de la inmigració­n ilegal.

Valdría la pena, sin embargo, contener el festejo y no cantar victoria tan pronto, pues en las últimas horas han aparecido imágenes que podrían confirmar que Trump se ha salido con la suya una vez más: varias familias de inmigrante­s señalaron que suspenderá­n, por ahora, su camino hacia los Estados Unidos ante la posibilida­d de perder a sus hijos.

Tal era el retorcido propósito de Trump: infundir miedo entre quienes pretenden llegar al vecino país, con el propósito de disuadirlo­s del intento de ingresar ilegalment­e a los Estados Unidos. Es cierto, ha sido repudiado y criticado como nunca, pero quizá sea nuevamente vitoreado por su base electoral, si los acontecimi­entos de los próximos días demuestran que fue eficaz en su propósito.

La reacción de rechazo del mundo entero obligó al magnate, que despacha desde el Salón Oval, a poner fin a la práctica de separar a los menores de sus padres

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico