Del venerable Jesús María Echevarría y Aguirre
Jesús María Echevarría y Aguirre nació el 6 de julio de 1858 en un antiguo centro minero llamado San Pedro Bacubrito, Sinaloa y murió a los 96 años de edad el 5 de abril de 1954 en Saltillo, Coahuila. Fue ordenado sacerdote el 28 de octubre de 1886 y consagrado Obispo de la Diócesis de Saltillo en la ciudad de Aguascalientes a los 46 años, el 12 de febrero de 1905.
Fue identificado en su fe de bautismo con el nombre de José María Francisco Rómulo de Jesús, primogénito de Don Ignacio Echevarría Yáñes y de Doña María de Refugio Aguirre Rochin. Le siguieron a esta familia once integrantes más, siete hermanas y cuatro hermanos.
Durante su preparación sacerdotal en el seminario de Culiacán, Sinaloa, Jesús María Echevarría y Aguirre se distinguió por ser un alumno disciplinado; gracias a ello fue solicitado como docente sin haber concluido aún sus estudios. Sobresalió especialmente en las áreas de Derecho Canónico y Filosofía. Inmediatamente después de ser ordenado sacerdote en 1886, se le asignó al seminario como prefecto y docente. Posteriormente se le pidió servir a una parroquia en calidad de vicario foráneo, en la Parroquia del Fuerte, un municipio en la parte norte centro del estado de Sinaloa. Después fue llamado para acudir a Culiacán, capital del estado, como cura y vicario foráneo de la Parroquia del Sagrario de la Catedral de Culiacán. Desde ese lugar fundó el Orfanatorio de la Purísima. Así como la Sociedad de San Vicente de Paúl, para ayudar a enfermos y pobres, dirigió esta institución hasta octubre de 1904. Así mismo, construyó el Santuario del Sagrado Corazón de Jesús, en Culiacán; inició además el templo de la Inmaculada Concepción y realizó sobresalientes mejoras a la catedral de Culiacán. Paralelamente se desempeñó como Secretario de la Mitra porque en ausencia del obispo, gobernaba dicha diócesis.
Echevarría y Aguirre fue nombrado tercer obispo de la diócesis de Saltillo por el Papa Pío X el viernes 16 de diciembre de 1904. Llegó a esta diócesis de Saltillo en marzo de 1905. Se dedicó en un primer momento a conocer la realidad y después organizó su acción pastoral para evangelizar, catequizar y educar a los fieles con ayuda de sus sacerdotes y después con las hermanas catequistas guadalupanas.
¡Jesús María Echevarría, tu voz se sigue escuchando a través de tus obras!